El arquero del Chievo, Stefano Sorrentino, se las dio de canchero y le fue como le fue. En el encuentro en que su equipo se comió un 4-1 contra la Sampdoria, Sorrentino se enfrentó a un tiro libre como si fuera un saque de banda y dijo que solo era necesario poner un hombre en la barrera. A cambio le sirvieron un golazo desde media distancia que lo tiene hoy dando la vuelta al mundo y no en la mejor forma.

Era la fecha 11 de la Serie A de Italia y tras una falta, el uruguayo Lucas Torreira se adueñó del balón. El arquero acomodó a un solitario hombre en la barrera que el balón superó sin problemas para incrustarse en el ángulo del arco.

Una apuesta arriesgada suele perderse, acá está la prueba: