Durante la tanda de penales, el arquero titular de Qatar atajó un cobro que significó el pase a la final de la Copa, pero durante la celebración, el árbitro invalidó la acción por un adelanto de posición del portero al tapar.
Luego de la protesta del arquero, el árbitro decide expulsarlo con doble amarilla. Por lo que el capitán de Qatar tuvo que entrar al arco a improvisar.
Cuando se cobró nuevamente el tiro correspondiente al cuadro iraquí, el capitán se convirtió en héroe.