La implementación de los acuerdos de paz en Colombia ha sido casi tan difícil como la negociación con la guerrilla de las Farc. Tras fracasar en el referendo que sellaría el respaldo al acuerdo, el presidente Juan Manuel Santos se ha enfrentado con peros en el Congreso de su país para ratificar lo negociado en La Habana.

Parte de los problemas del postconflicto han estado relacionados con el financiamiento de una serie de programadas acordados entre el gobierno y la guerrilla. Sin embargo, el presidente Santos podría haber encontrado una solución en su reciente gira por el mundo árabe, donde firmó acuerdos de cooperación y apoyo.

Los Emiratos Árabes Unidos se comprometieron a donar 45 millones de dólares al país, en lo que sería la mayor donación a Colombia desde el Medio Oriente, según declaró a Voces Sergio londoño, director de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional. Este monto iría además para financiar Centros de Desarrollo Infantil y atención a la primera infancia.

Sin embargo, la opinión pública colombiana ha cuestionado los verdaderos motivos detrás de la donación, pues casualmente los mismos jeques que hacen la donación son propietarios de una empresa con una filial en Colombia que está detrás de un proyecto minero para extraer oro en un parque natural conocido como el Páramo de Santurbán.

La familia real en cuestión tiene una empresa minera en Colombia denominada Mubadala y versiones de prensa hablan de que el proyecto minero contempla la inversión de hasta mil millones de dólares a la espera de extraer al menos 9 millones de onzas de oro. Sin embargo, el proyecto aun está en el aire dado que no cuentan con una licencia ambiental.

El príncipe heredero en Emiratos Arabes, Sheikh Mohammed bin Zayed Al Nahyan, es el principal impulsor de la donación e inversión en esta zona de Colombia, en el ojo de la comunidad durante los últimos 6 años, ya que se han desarrollado varias movilizaciones para impedor el desarrollo de la minería a gran escala.

Hace una semana, la Corte Constitucional de Colombia eliminó la delimitación del Páramo de Santurbán por considerar que dejaba por fuera zonas que hacen parte del Páramo, una de las reservas de agua más grandes del país, aludiendo a que “la protección de los ecosistemas paramunos se dificulta, en razón de la discusión que existe sobre el concepto de éste y de la fijación de sus fronteras en relación con el bosque altoandino”. Esto quiere decir que se identificó una gran dificultad para determinar dónde empieza el Páramo, por lo que su delimitación permitiría que zonas que deben ser protegidas resulten siendo explotadas por las compañías mineras.