En el cine de animación hay un antes y un después de los efectos por computador. Los más “delicados” dirán que eso de animar con photoshop le quita la magia a la artesanía. Los demás tienen un dios: el director checo Jan Svankmajer, uno de los más grandes realizadores de cine de animación usando la vieja técnica del stop-motion o cuadro por cuadro.
Švankmajer nació en 1934 y además de cineasta ha incursionado en la escultura y la poesía. Estudió en el Instituto de Artes Aplicadas entre 1950 y 1954 para luego especializarse en marionetas en la Academia de Artes Escénicas de Praga.
Su trabajo está siempre envuelto de un aura de misterio con fuertes influencias de autores clásicos como Lewis Carroll, Edgar Allan Poe o el propio Marqués de Sade. Su trabajo de animación por cuadros ha incorporado muñecos, figuras de arcilla e incluso actores de carne y hueso que crean un ambiente sórdido y pesadillezco.