Una rata bomba creada por el servicio de inteligencia británica como un arma en contra del ejército alemán será subastada con un precio base de 1.500 libras, según informó el periódico The Sun.

El artefacto, creado con una rata muerta, sería introducido a Francia durante la guerra y sería instalado por los miembros de la resistencia en las fábricas de armas que los alemanes empleaban en el país.

Según el plan, los empleados alemanes pondrían las ratas muertas en los hornos de sus fábricas sin saber que estaban repletas de explosivos, lo que dañaría considerablemente su funcionamiento.

Sin embargo, en 1942 el ejército alemán descubrió el primer embarco de 100 ratas bomba, por lo que el plan nunca se llevó a cabo. Pese a esto, en las filas alemanas se generó el temor de que algunos de estos aparatos hubiese entrado al país ocupado.

Ahora un increíblemente raro ejemplo sobreviviente ha aparecido para ser vendido por primera vez, en una subasta,  junto con una variedad de otras armas utilizadas por los agentes secretos en la Segunda Guerra Mundial.

Perteneció al agente británico Jack Dickens que fue lanzado en paracaídas detrás de las  líneas enemigas para llevar a cabo actos de sabotaje.

El dispositivo fue encontrado en su posesión, en 1942 y terminó en el almacenamiento de una estación de la policía francesa. No se sabe quién lo interceptó.