El norte de Alaska se está calentando tan rápido que está volviendo locos a los computadores encargados de monitorear las temperaturas. La pérdida de hielo marino cerca de la costa cerca de Utqiaġvik ha sido tan abrupta, que ha transformado el clima local.

El agua abierta en el Ártico causa un efecto de calentamiento compuesto y eleva rápidamente las temperaturas: el agua es más oscura que el hielo y absorbe el calor más rápido. El efecto es particularmente fuerte entre octubre y diciembre, la época del año que solía tener hielo marino, pero ya casi no lo tiene.

El mes de octubre en Utqiaġvik es ahora casi 8 grados fahrenheit más calientes que octubre en los años 80s y los 90s.

Aparentemente, esto ha hecho que las computadoras que rastrean las temperaturas se enloquezcan.

Deke Arndt, jefe de la subdivisión de monitoreo climático de la región citado por Grist, explica:

La temperatura promedio observada en la estación meteorológica en Utqiaġvik ha cambiado tan rápidamente que activó un algoritmo diseñado para detectar cambios artificiales en un instrumento de medición y se descalificó del análisis de temperatura de ésta en Alaska, lo que hizo que el análisis del clima en el norte de Alaska pareciera más frío de lo que realmente era.

Básicamente, la computadora pensó que la estación meteorológica había sido movida de su lugar original, al tener un cambio tan abrupto en sus lecturas. No se ha movido; Utqiaġvik es sólo un lugar diferente ahora.