El sicario de Pablo Escobar John Jairo Velásquez Vásquez, más conocido bajo el alias de Popeye, fue detenido este fin de semana en una fiesta junto con el narcotraficante Juan Carlos Mesa Vallejo, alias Tom y podría perder su libertad condicional ante un posible “incumplimiento de los compromisos adquiridos”.
La detención del asesino confeso de más de 300 personas por mano propia ha generado un debate legal en Colombia sobre la posibilidad de que el hampón vuelva a la cárcel. Con este fin, la Fiscalía General del país ya ha pedido por escrito al juez que lleva la causa de Popeye que revoque su libertad.
En los últimos dos años, el delincuente se ha convertido en un personaje incómodo en Colombia. Tras recuperar la libertad después de 23 años de cárcel por sus crímenes en la mafia, Popeye se ha declarado “activista político”, grabando una serie de videos injuriosos y violentos en los que asegura “saber secretos” de distintos grupos políticos.
En el último de ellos, el asesino a sueldo quiso entrar en la campaña presidencial de Chile asegurando que el candidato oficialista, Alejandro Guillier, era una ficha más de la guerrilla de las Farc y el chavismo, lo que desató las burlas de los chilenos ante la ignorancia del autodenominado lugarteniente de la mafia.
El documento emitido por la fiscalía y publicado por la cadena Caracol, se asegura que la detención de Popeye junto a Mesa Vallejo, durante una fiesta de cumpleaños en la que había drogas y armas, es un motivo suficiente para revocar la libertad del delincuente.
Mesa Vallejo era el jefe de una conocida organización criminal conocida como la ‘Oficina de Envigado’, y era pedido por la Justicia de EE.UU., que ofrecía una recompensa de 2 millones de dólares.
Según la Fiscalía, la presencia del buscado delincuente y el hecho de que los demás capturados se encontraban en “situación de flagrancia, portando armas de fuego y estupefacientes”, se considera “un hecho de altísima gravedad”, suficiente para revocar su libertad condicional y “expedir una orden de captura”.