El anarquista chileno Rodrigo Lanza se hizo famoso en la década pasada por su participación en el caso conocido como 4-F: durante el desalojo de una casa okupa en 2006, un policía recibió una pedrada que lo dejó tetraplégico, hecho por el cual Lanza fue acusado y condenado a una pena de cinco años.

Lanza ha vuelto a las portadas de la prensa española, esta vez acusado de golpear a un hombre que moriría pocos días después producto de las lesiones. Según las versiones amplificadas por los medios de ese país, la disputa entre Lanza y el muerto se debió a que éste último llevaba unos tirantes con la bandera de España.

Durante el año 2015 Lanza logró cierta notoriedad mediática en Barcelona a raíz del documental Ciutat Morta (Ciudad Muerta) que narraba los sucesos del 4-F y en el que el chileno se declaraba víctima de un montaje de la policía en el caso en el que también fue detenida Patricia Heras, quien se suicidó durante el proceso judicial.

Según reporta el periódico El Mundo, Lanza de 33 años, tuvo una disputa con Víctor Laínez de 55 años y perteneciente al grupo de moteros Los Templarios. Ambos coincidieron en un bar de la zona de Heroísmo en Zaragoza y tras una disputa -supuestamente por los tirantes con la bandera española y su connotación de ultraderecha- Lanza, que se encontraba con un hombre y dos mujeres, golpeó al motero en la cabeza “con un objeto contundente”.

Tras el incidente, Víctor Laínez fue internado en el Hospital Clínico de Zaragoza con gravísimas lesiones cerebrales de las que no pudo recuperarse y murió el lunes 11, el mismo día en que fue detenido Lanza.