En las elecciones presidenciales de Honduras hay “indicios contundentes de fraude electoral”, según el director para América de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
El proceso electoral ha sido seriamente cuestionado por distintas agrupaciones en el país, especialmente por la Alianza de Oposición y su candidato Salvador Nasralla, autoproclamado presidente electo.
El represenatante de esta ONG con sede en Nueva York pidió a las autoridades de Honduras “respetar la libertad de reunión y abstenerse de hacer un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza”. Y agregó “eso no solo implica que todos los votos deberían contarse correctamente, sino además que las autoridades hondureñas deben garantizar el derecho de protesta pacífica”.
El resultado oficial emitido por el Tribunal Supremo Electoral determinó que el ganador de los comicios fue el actual presidente Juan Orlando Hernández, por un estrecho margen y en un sorpresivo revés después de un apagón informático.
Ante los reclamos de la oposición, el TSE hizo un recuento parcial de un grupo de mesas cuestionadas, tras lo cual volvió a declarar que existe una ventaja a favor del presidente en ejercicio, sin declararlo ganador oficial de la elección.
La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo que el proceso de Honduras tuvo “irregularidades, errores y problemas sistémicos” que sumados al “estrecho margen de los resultados”, “no permiten tener certeza sobre los resultados”.
Durante el recuento se desataron violentos enfrentamientos en los que murieron una docena de personas y las autoridades decretaron un estricto toque de queda en todo el país.
Con información de DW