Hace algunos años -pocos, no crean- pensar en Estados Unidos como una potencia a favor del proteccionismo y crítica de los procesos globalizadores era parte de la fantasía de una izquierda global que ni siquiera se hubiese atrevido a soñar con esta posibilidad: el país sin nombre ha sido el principal promotor de la globalización y esta posibilidad sería comparable a ver a Fidel Castro tomando Coca Cola

Así como los lentes de la revista LIFE cazaron al líder de la revolución cubana disfrutando de una gaseosa capitalista-opresora, Estados Unidos se manifestó en contra de la globalización y de la Organización Mundial del Comercio durante el encuentro de esta entidad -creada en parte por iniciativa de Washington- que culmina este miércoles 13 en Buenos Aires.

China, el gigante socialista de Asía, defendió en cambio el libre comercio global.

En esta disputa distópica, la mayoría de los países optaron por conservar el papel de la OMC como el juez mundial del comercio, un rol que Trump quiere eliminar para echar por tierra la multilateralidad de la entidad.

El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo que las reglas de la OMC no son justas ya que muchos -demasiados- países las incumplen mientras que varios países ricos deben cumplir ciertas exenciones por tratarse de estados desarrollados.

“Tenemos que precisar qué consideramos desarrollo en el marco de la OMC. Cinco de los seis países más ricos del mundo dicen ser países en desarrollo. No es posible que las nuevas reglas sólo se aplican a unos pocos y a los demás se les da vía libre en nombre de un autoproclamado estatus de desarrollo”, dijo Lighthizer en Buenos Aires en clara alusión a China.

El representante de Trump dijo además que su país no le ve sentido a negociar nuevas leyes si las actuales no se cumplen. Sus palabras desinflaron el sueño de ver un acuerdo en la reunión.

Según el representate de Washington, el sistema de resolución de conflictos de la OMC es malo malo malo por penalizar a los países que imponen barreras proteccionistas.

“A menudo los miembros creen que no pueden hacer concesiones en la negociación y sólo pueden recurrir a procesos judiciales. Debemos preguntarnos si la estructura actual tiene sentido”, dijo Lighthizer.

En dardos a China, apuntó: “corregir el triste desempeño de algunos países en notificación y transparencia”, dijo, y pidió mejorar la eficiencia del comercio ante desafíos como la influencia de las empresas estatales”.

Pero los representantes del gigante asíatico no se quedaron en silencio:

“Unámonos y actuemos de verdad para defender la autoridad y la eficacia de la OMC”, dijo el ministro de Comercio chino, Zhong Shan.

“El proteccionismo comercialestá creciendo y la globalización enfrenta graves desafíos. Creemos que ningún país puede ser capaz de alcanzar el éxito en el aislamiento y no creemos que ninguna institución pueda reemplazar a la OMC. China apoya la globalización económica y el sistema multilateral de comercio”, subrayó Zhong.

En esta disputa, los europeos se pusieron de lado de China defendiendo el multilateralismo y lamentando la falta de consenso con la que se ha llegado a Buenos Aires. “Los miembros han trabajado mucho pero seguimos divididos sobre cuestiones fundamentales como qué debería ser la OMC y situaciones en las que los negocios que se hacen por fuera de la OMC”, dijo Cecilia Malmström, comisaria de Comercio de la UE, que además pidió “preservar y fortalecer las reglas del sistema multilateral de comercio”.

En una conferencia de prensa, la secretaria de Comercio de España se sinceró: según ella, la UE siente que Estados Unidos abandonó la batalla contra el proteccionismo y es ahora uno de sus defensores.

“Un aliado tradicional de la UE como Estados Unidos está replanteando el concepto de multilateralismo y quiere una revisión de las normas de la OMC. Esto dificulta los avances, porque antes eran los dos motores que tiraban del coche, y en estos momentos uno de los motores está semiparado”.

 

Imagen: Liberty viral