[dropcap size=small]L[/dropcap]os argentinos tendrán que ajustarse el cinturón una vez más durante este 2018, después de que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anunciara que este año el precio del transporte subirá de manera escalonada en al menos tres ocasiones durante el año.

El nuevo tarifazo del gobierno de Mauricio Macri aplicará la primer alza en febrero, para volver a apretar en abril y junio, afectando los precios de los autobuses, trenes y subterráneos. 

La tarifa que actualmente tiene un costo mínimo de 6 pesos, subirá a 8 en febrero, 9 en abril y 10 pesos en junio. 

El precio del viaje en subterráneo será de 11 pesos en abril  y 12,5 pesos en junio. Para ambos medios de transporte, hacia la mitad del 2018, los valores subirán el 66,7% del precio actual.

En cuanto a los ferrocarriles, el aumento llegará al 69,75% en el mismo período. Actualmente, las líneas que recorren las localidades del sur de la provincia tienen un costo de dos pesos (0,1 dólar por viaje), mientras que los trayectos que incluyen zonas del norte u oeste de la provincia cuestan cuatro pesos (0,2 dólares). 

Por otra parte, también se implementa el sistema Red SUBE, destinado a aquellos pasajeros que deben tomarse más de un transporte para llegar a destino. De esta forma, dentro de las dos horas desde que se realizó el primer viaje, sumado a lo que reste del último, el usuario tendrá un 50% de descuento en su primera combinación y un 75% desde la segunda.

“Muchísimos de estos viajes son de más de cuatro horas, con combinaciones en distintos medios de transporte”, subrayó el funcionario, y añadió que este mecanismo “comenzará a funcionar el 1 de febrero para que los que viajan más paguen menos“.

Críticas

Por otra parte, cabe destacar que en este país sudamericano, los aumentos en el transporte público repercuten directamente en la discusión salarial —por lo general, es en marzo—, aunque el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, ya declaró públicamente que “las paritarias tienen que impactar sobre los sueldos, teniendo en cuenta que estamos en un proceso de baja inflacionaria”, publicó Crónica.  

Asimismo, dirigentes opositores al oficialismo, como el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y diputado nacional, Hugo Yasky, criticaron duramente la medida por considerar que se disminuyen los impuestos a los sectores más ricos del país, mientras que el resto de la ciudadanía recibe aumentos en los servicios.

Con respecto a ello, Clarín informa que desde el 1 de enero, el Gobierno reduce las cargas impositivas del sector sojero en 20.000 millones de pesos (1081 millones de dólares) para este año, con el fin de aumentar las ventas en el exterior. Actualmente, las retenciones que aplica el Estado a la ganancia de la soja es del 30%, pero a fines del 2019 bajará a la mitad. Vale destacar que ese dinero se distribuye a las provincias a través del Fondo Federal Solidario.