El nombre de José Antonio Kast solía ser asociado a la defensa institucional de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y a las salidas de madre con declaraciones propias de un miembro del Ku Kux Klan, a pesar de contar con un respaldo mediático relativamente grueso en comparación con su aporte a la política chilena. 

Sin embargo, el representante de la derecha que considera que las víctimas de la dictadura no eran unas santas palomas, ahora podrá ser conocido también por ser uno de los que más hablan y menos trabajan.

Por primera vez en su vida, el defensor de la castidad encabeza algo: la lista de representantes inasistentes a su trabajo.

Como excusa, Kast manifestó que dejaría de ir al Parlamento para concentrarse en su candidatura presidencial -donde salió cuarto-, por lo que pidió un permiso para ausentarse por tres meses entre septiembre y diciembre. Al estrellarse contra la realidad de los votantes de Chile, el diputado retomó su actividad el 19 de diciembre. 

Sin embargo, el grueso de sus ausencias se produjo en el periódo previo a este lapso: de sus 82 ausencias en el período entre 2014 y 2018, en 61 no presentó antecedentes. Además, a pesar de que Kast avisó que dejaría de ir al Congreso durante tres meses para dedicarse a su carrera a La Moneda, dicho período sumó 36 inasistencias, y entonces casi la mitad de las ocasiones que no asistió a Valparaíso están fuera de la época de campaña.

Según la normativa de la Cámara, por cada inasistencia sin justificar, al parlamentario se le aplicará una multa correspondiente al 1% de su dieta lo que equivale a $90.000 (unos 150 dólares). Así, los 98 parlamentarios que faltaron a sesiones de sala sin entregar razones previamente han tenido que pagar un total de $80.010.000 (unos 130.000 dólares). 

Según publica el portal El Desconcierto,  los parlamentarios han celebrado 506 sesiones en sala, y en promedio, los 120 integrantes han asistido a 460 jornadas legislativas. 

Según el reglamento de la Corporación, los legisladores se pueden ausentar de sus funciones por diversos motivos que deben ser justificados en su debido momento –como estar fuera del país, tener un impedimento grave, estar con licencia médica, solicitar permiso por motivos particulares sin goce de dieta o motivos propios de la labor parlamentaria–, y de acuerdo a ello, existen 98 integrantes de la Cámara que, en suma, han faltado 889 veces a sesiones de sala sin entregar justificación, lo que es calificado como “sin antecedentes”, de acuerdo a información publicada por Pulso.