Para salir de la profunda crisis financiera en que se encuentra Venezuela, las autoridades de ese país decidieron lanzar al mercado una criptomoneda -un sistema de blockchain como el bitcoin- respaldada por barriles de petróleo: el Petro.

Sin embargo, las autoridades de Estados Unidos advirtieron la semana pasada que los ciudadanos que quieran invertir en petros podrían ser objetos de persecución por la justicia de ese país debido a las sanciones que pesan sobre Caracas.

Según publica el diario Actualidad RT, para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, comprar petros es un sinónimo de dar crédito al gobierno de Nicolás Maduro.

Desde el Gobierno estadounidense han recordado que esta operación “podría exponer a los estadounidenses a riesgos legales” ya que Washington impuso sanciones contra Caracas en agosto de 2017. Estas medidas restrictivas, entre otras imposiciones, prohíben comprar nueva deuda de Venezuela o a su entidad estatal petrolera PDVSA.

Maduro anunció el pasado diciembre la creación del petro para enfrentar la grave situación económica que atraviesa el país, producto de la llamada “guerra económica” y las sanciones económicas y financieras contra Venezuela, según el Gobierno.

Una de las ventajas de esa moneda, de acuerdo al Gobierno bolivariano, es que estará respaldada por los ingentes recursos petroleros que atesora Venezuela, considerados la primera reserva mundial de crudo. La oposición en el Parlamento, sin embargo, se refirió a la supuesta “ilegalidad” de la divisa.

Durante la VII Reunión del Consejo Político del Alba-TCP, el mandatario venezolano aseguró que la criptomoneda “es un instrumento del siglo XXI” y destacó que Venezuela ha llamado a los jóvenes entre 15 y 30 años a que sean la vanguardia de la minería electrónica.