Estar en contacto con personas con sobrepeso puede llevar a que tú también subas de peso. La obesidad es contagiosa: esta es la conclusión de los científicos de la Universidad del Sur de California. Y no solo de ellos.

 

Los expertos de la Universidad de California analizaron los datos del proyecto M-TEENS, donde participaron 1,111 niños y sus familias. En general, el 25% de los niños y el 75% de los adultos fueron diagnosticados con sobrepeso. Pero lo curioso es el hecho de que estos números varían de estado a estado. Por ejemplo, en Colorado el sobrepeso solo fue detectado en el 21% de los niños, mientras que en Luisiana esta cifra fue casi 2 veces más alta.

Tras haber analizado el entorno, los hábitos y otras circunstancias, los investigadores detectaron que los niños, cuyos padres trabajaban en las empresas con índice de obesidad más alto entre sus empleados, subían de peso con mayor frecuencia. Los científicos creen que el factor principal que hace que los miembros de un grupo social engorden es la relación entre ellos que influye en la formación de los hábitos alimenticios.

 Una investigación similar, pero a escala más grande, fue llevada a cabo por los empleados de la Universidad de Hawái que introdujeron el término “obesidad por imitación”, con el cual bautizaron el proceso de imitar a las personas con sobrepeso. Durante la observación de 5 mil adolescentes, se detectó que los niños robustos “ayudan” a subir de peso a sus amigos delgados. “Si vas a cenar con un amigo que tiene sobrepeso, probablemente terminarás comiendo lo que él come, lo cual eventualmente te provocará sobrepeso también”, concluyeron los científicos.