La historiadora Teresa Gisbert, madre del expresidente Carlos Mesa, falleció este lunes en la ciudad de La Paz a los 92 años. 

“Esta mañana ha muerto nuestra madre, Teresa Gisbert, nos deja un inmenso legado de amor, y a Bolivia una vida entera dedicada a desentrañar su pasado”, informó el Exmandatario en su cuenta de twitter.

Teresa Gisbert nació en  La Paz el 30 de noviembre de 1926. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el colegio Santa Ana de su ciudad natal. Continuó con sus estudios superiores ingresando a la carrera de arquitectura de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) a finales de la década de los años 40, cabe mencionar que Teresa se destacó por ser una de las primeras mujeres en ingresar a esa carrera profesional cursada mayoritariamente por hombres. Se graduó como arquitecta el año 1952, tras ello realizó estudios de Historia del Arte en Estados Unidos y España.

Desarrolló una amplia labor de investigación, lo que le valió en 1965 su incorporación como académica de número en la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, siendo la primera mujer en ser incorporada en la misma.

“Cuando en 1952 Teresa Gisbert Carbonell se tituló como arquitecta, no tenía, paradójicamente, el derecho a votar. En ese entonces todavía no había entrado en vigencia el voto universal”, escribió en 1997 Fátima Molina, en su libro 100 personajes al desnudo, donde cuenta la historia de esta  intelectual que dedicó su vida a la investigación y a preservar el patrimonio cultural boliviano.

Es que Teresa Gisbert fue una mujer adelantada para su época. A fines de los años 40, en las aulas de la carrera de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Andrés, ella brillaba en medio de un grupo de estudiantes varones. Así iniciaba un largo camino en el que descubrió la esencia del arte boliviano y se dedicó a la defensa del patrimonio cultural boliviano, tanto tangible como intangible.

Se la reconoce como la descubridora del “barroco mestizo”, el estilo de arquitectura y pintura que nació en nuestro territorio por la influencia de la colonización española. Comenzó ese trabajo apenas terminó su carrera universitaria, en 1953, cuando partió a España para especializarse en restauración e investigación del arte, en el Instituto Velásquez de la Universidad Complutense.

Pero el gran aporte de esta mujer no puede ser reconocido sin mencionar a su esposo, el arquitecto José de Mesa, con quien estudió arquitectura y se casó en 1950. Juntos, en 1956, comenzaron a producir investigaciones de gran aporte al país. Su primera obra fue Holguín y la pintura altoperuano del Virreinato, donde, entre otros, se encuentra un repaso a lo que fue la pintura potosína del siglo XVII.

El texto presenta un trabajo que hasta entonces no se había hecho en Bolivia: los planos de los templos coloniales erigidos durante la colonia, fotografias de las obras de arte y cuadros que se encontraban en ellos. Todos acompañados de una minuciosa descripción que ayudó a entender su influencia y sentido en el arte.