Más de veinte años después de que el Cartel de Medellín sembrar el terror en Colombia en medio de su guerra contra el Estado en defensa del narcotráfico, la justicia de ese país decidió incautar varios bienes producto de las actividades ilícitas de esa organización que aun se encuentran en manos de la familia de Pablo Escobar y de uno de sus sicarios, el tristemente célebre Jhon Jairo Velásquez, alías Popeye.
Popeye, que pagó casi 20 años de cárcel por sus más de 300 asesinatos, se ha convertido en una figura polémica en Colombia por su rol como “youtuber” desde donde hace sus “análisis” políticos y se ufana de los crímenes que cometió junto a Pablo Escobar.
Según publica El Tiempo, un juez de Medellín le quitó a la familia de Velásquez Vásquez y a la de su antiguo jefe 16 propiedades que valen al menos 6.200 millones de pesos, más de dos millones de dólares. Entre estas figuran bodegas, locales y un apartamento de lujo.
Según la sentencia judicial, todos estos bienes fueron adquiridos como producto del tráfico de cocaína, negocio del que Pablo Escobar y sus lugartenientes mandaron a sangre y fuego durante casi tres décadas. La Fiscalía evalúa ahora la posibilidad de proseguir en contra de los afectados eventuales procesos penales por enriquecimiento ilícito y falsedad.
En el caso de ‘Popeye’, la Fiscalía logró demostrar que varias propiedades que aparecían a nombre de su madre, Aura Ofelia Vásquez de Velásquez, y de una de sus hermanas provenían del preponderante papel del antiguo sicario en el cartel de Medellín. Esto a pesar de que en varias declaraciones ante la justicia, ‘Popeye’ siempre buscó desligar a su familia de sus andanzas. Así, por ejemplo, admitió que cuando fue la mano derecha de Escobar recibió del capo “dinero a manos llenas”, pero también afirmó que todo lo que recibió se lo gastó en rumba y lujos, “por el miedo a morir” en cualquier momento dada su actividad criminal.
La mamá de ‘Popeye’, en defensa del origen legal de sus propiedades, aseguró que el 14 de septiembre de 1992 se ganó el premio mayor de la Lotería de la Cruz Roja. La investigación demostró que los papeles del bien que se intentaba justificar se hicieron dos años después del supuesto premio, y en todo caso la justicia duda de esa explicación, pues la lista de capos y allegados que han intentado utilizar los premios de juegos de azar para lavar sus fortunas es extensa en Colombia.
El juez de Medellín señaló que está probado que el patrimonio de varios de los familiares de Jhon Jairo Velásquez Vásquez “se incrementó de forma desmesurada entre 1986 y 1994”, los años en los que él fue el máximo asesino de la mafia. En el expediente se incautó una casa en un condominio de lujo, que curiosamente aparece vendida dos veces el mismo día en papeles de notaría y, además, solo fue registrada en el 2002.
En la misma decisión, la justicia extinguió el dominio de varias propiedades que en su momento fueron adquiridas por la Sociedad Valencia Henao y Compañía, que en 1988 Pablo Escobar puso en cabeza de sus dos hijos, entonces menores de 5 años. Desde esa firma se hicieron varios negocios. Esta fue incautada por la justicia, pero en todos estos años nunca se habían ocupado los bienes que llegó a tener a su nombre y luego puso en manos de sobrinos y dos hermanos de la viuda de Escobar.
Aunque los sobrinos aseguraban ser terceros de buena fe, la justicia consideró que para la época en la que el cuñado del capo hizo el negocio de las propiedades, era suficientemente conocido su prontuario, por lo que no podía alegarse desconocimiento sobre el origen ilícito de su fortuna. La sentencia dice que esas transacciones de los hermanos de la viuda de Escobar con la sociedad comercial de sus sobrinos fue “una forma de negociación tendiente a ocultar el origen ilícito de los recursos” con los que se adquirieron las propiedades.