En España se conoce como picadero a un lugar clandestino -o no tanto- que suele ser frecuentado por parejitas que quieren pasar un rato a solas y a) no tienen gran presupuesto para pagar o b) el impulso sicalíptico les puede más y optan por improvisar.
La localización de los picaderos era parte de esa tradición oral e inmaterial, transmitida de generación en generación y regidos por los sagrados códigos de la cultura popular.
Eso hasta que Josean G – vasco, 43 años, informático y asiduo de los picaderos- creó el sitio Mispicaderos.com: una guía completa y abierta de más de 12.000 lugarcitos para la fornicación.
En una entrevista con Vice, Josean cuenta que la idea nació en 2009 y lo hizo sin grandes pretensiones. “Soy diseñador web, y por aquel entonces ya llevaba unos años funcionando Google Maps. Un día se me ocurrió utilizar esa plataforma para geolocalizar picaderos. Pensé que sería muy útil para la gente, así que comprobé que no existía ninguna sitio similar —en aquellos tiempos no era como ahora, que CUALQUIER idea que tengas, ya la ha hecho alguien— y me puse manos a la obra.”
Y es que su guía utiliza la API de Google Maps, donde se puede puntuar y comentar los picaderos, o filtrar las búsquedas por localización, orientación sexual, privacidad, si vas en auto o a pie, o si lo que se busca es un espacio para armar una fiesta romana con hasta a 20 personas.
La guía es completísima. Los sitios que más se repiten son paradores turísticos al descampado español, hasta baños públicos de centros comerciales, pasando por hoteluchos de mala muerte o locales en donde se arman fiestas sexuales.
Pero para Josean, los picaderos son solo un pasatiempos. “Por desgracia, esto no me da para vivir. Así que trabajo como diseñador gráfico y web por cuenta ajena. Gracias a las visitas, he podido sacar algo de dinero con banners de publicidad, pero poca cosa. Y ahora cada vez menos”.
El hombre detrás de los picaderos es tímido. “No te voy contar cual es mi primer picadero ni cual era mi lugar habitual, pero sí que está en la web. ¿Cómo no? En cambio, el primer sitio marcado en el mapa fue en Artxanda. Un lugar mítico para los bilbaínos, un picadero de los de toda la vida. Ese lo puse yo, y los siguientes entre amiguetes y conocidos. Luego, en algún momento, la web se viralizó, y la gente empezó a mandarme más y más picaderos”.
Según el creador de la guía, hay lugares insólitos. “Me asombra la abundancia de baños y probadores que hay, y que sean auténticos. Es decir, ¡la gente los usa!”
Según él, en varias ocasiones han puesto picaderos en monasterios, casas de alcaldes, políticos, etc. “Obviamente esos ya no están, que tampoco quiero joder a nadie. Recibí una carta amenazadora [de un monasterio] pidiéndome que o lo borrara inmediatamente o me tendría que atener a las consecuencias legales. Obviamente lo quité, tampoco estoy aquí para tocar las narices”
El futuro de esta guía, está en la internacionalización. Mientras tanto, “en España va fenomenal. Cada día hay una media 3 o 4 lugares nuevos. Además, la gente los pone con más cuidado y detalle. Mientras me dé para mantener la web y sacar dos durillos, la mantendré”.
Según él, “el tema de hacerlo en el extranjero pensé que seria mas fácil. Al fin y al cabo en todas partes se folla, ¿no? Pues no. Hice una versión en inglés con el objeto de captar público angloparlante y viralizarla a nivel mundial, pero solo ha tenido éxito en Portugal y Sudamérica. En esta última es difícil porque los hoteles por horas están muy normalizados”.