Las elecciones del 20 de mayo en Venezuela tienen un nuevo reto por delante -además de encontrar candidatos que quieran participar en lo que muchos consideran un circo oficialista- después de que la multinacional Smartmatic, encargada del conteo de los votos, anunciara que se va del país.
La empresa de sistemas, que trabaja con 40 países, denunció irregularidades en el pasado, como cuando alertó de la una serie de actividades emparentadas con la trampa en los comicios en que se eligió la Asamblea Constituyente oficialista en agosto de 2017.
Después de estos polémicos comicios, la empresa pegó el grito, asegurando que la diferencia entre las cifras reales de participación frente a las que se hicieron públicas de manera oficial era de un millón de votos.
Desde entonces, Smartmatic no ha intervenido en las otras votaciones que ha habido en el país, lo que ha impedido que pudiera garantizar la integridad de sus sistemas y avalar los resultados, informó la compañía en un comunicado.
En su documento señala que hasta los comicios de 2015 todas las consultas electorales en Venezuela habían estado garantizadas.
La baja de la empresa no impedirá que el gobierno de Nicolás Maduro realice sus elecciones, programadas inicialmente para el 22 de abril y pospuestas como parte de un acuerdo con la oposición. Sin embargo, su bajada es un nuevo golpe a la credibilidad de unos comicios desde ya cuestionados.
La empresa trabajó para el Estado venezolano por más de 15 años, acompañando casi todo el proceso bolivariano.