La derecha colombiana no se aguantó más las burlas de uno de los caricaturistas más afilados del momento y decidió ir a la justicia para pedir que el dibujante se disculpe por retratar a su candidato a la presidencia como un marrano.
El dibujante Julio César González más conocido como “Matador”, sorprendió a sus seguidores esta semana cuando denunció por sus redes sociales que un abogado había interpuesto una acción de tutela en su contra por una caricatura sobre el candidato a la presidencia del Centro Democrático, Ivan Duque.
“Con tutela quieren censurar mi libertad de expresión y piden que me retracte por esta caricatura. El demandante es el abogado José Luis Reyes Villamizar que se define como “simpatizante del centro democrático” el mismo partido que altera mis caricaturas y las usa de manera ilegal”, publicó Matador junto con la caricatura en cuestión:
El autor de la tutela contra la imagen dice que tiene derecho a exigir respeto por el partido del ex presidente Álvaro Uribe, investigado por manipulación de testigos y su presunta complicidad en dos masacres de campesinos.
La acción en contra del dibujante fue presentada por el abogado José Luis Reyes Villamizar quien explicó a El Tiempo que su intención no es figurar ni generar ruido, sino pedir respeto por el Centro Democrático y por las ideas uribistas que él mismo defiende.
“No soy militante activo, pero sí soy simpatizante y en la medida que soy simpatizante me siento ofendido. Independiente de que yo sea una persona que nadie conoce, esa es una circunstancia irrelevante para iniciar una acción de esta naturaleza“, manifestó.
El caricaturista respondió en su cancha:
El caricaturista calificó la demanda como una “censura” y declaró que de prosperar la tutela “se deja un mal precedente para la libertad de expresión”.
En la misma línea, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) afirmó que “la sátira, la crítica y la parodia son ejercicios legítimos de la libertad de expresión. Una decisión judicial de censurar a Matador, sería una afrenta grave contra su derecho fundamental a opinar”.
La Flip también advirtió que presentará una intervención en el proceso de tutela, y “espera que esta acción que pretende judicializar el humor tenga como sentencia la confirmación de los estándares que protegen la caricatura como una manifestación de la libertad de opinar”.