Uno de los logros de las mujeres chilenas durante el gobierno de Michelle Bachelet fue la promulgación de una ley que establece la posibilidad de aborto en tres situaciones especiales: malformación del feto, violación o que la gestación suponga un peligro para la salud de la madre.
Aunque el breve avance fue festejado por organismos internacionales como la OMS, el nuevo gobierno chileno dio esta semana un portazo a lo que muchas chilenas consideran una conquista social. Desde el ministerio de Salud, encabezado por Emilio Santelices, se modificó el protocolo de objeción de consciencia del artículo 119 del Código Sanitario, permitiendo que las entidades privadas -aun cuando reciban fondos públicos- podrán cerrar sus puertas a las mujeres que pretenden ejercer este derecho.
La Pontificia Universidad Católica de Chile es una de las grandes triunfadoras con esta nueva modificación. Hoy, poco después del comunicado del Diario Oficial, la PUC desistió del recurso de protección que había interpuesto el pasado 8 de febrero: “La decisión la toma la Universidad Católica después de conocer el nuevo protocolo que publicó hoy el Diario Oficial y que a juicio de la casa de estudios recoge nuestras observaciones”, explicaron desde la casa de estudios según la prensa chilena
Si bien retroceder en una normativa que ya se encontraba vigente era prácticamente imposible para el gobierno entrante, los cambios que se le están realizando podrían adelantar la forma en que el gobierno de Sebastián Piñera administrará las reformas impulsadas durante el mandato de la Nueva Mayoría.
Cómo opera la restricción
La periodista Sofía Uribe explica en un texto para Resumen.cl cómo funciona esta restricción del nuevo gobierno de Chile:
“Primero tenemos que con la objeción de consciencia no sólo tienen la posibilidad de aplicar los médicos cirujanos o personal correspondiente al interior de pabellón quirúrgico, sino que también establecimientos de salud no-públicos, que ahora gracias a este nuevo protocolo podrán mantener convenios con el Estado pese a no acatar una ley de la República, es decir, la “ética” sólo correrá en casos de interrupción de embarazos, y no para, por ejemplo, realizar cobros altísimos por prestación de servicios producto de la saturación de atención que existe en el sistema público, posturas morales que no generan tampoco ningún conflicto para trabajar a torturadores como en el caso de Cínica INDISA que públicamente ha anunciado que se acogerán como institución objetora de consciencia y en la que cumple funciones el médico cirujano Alejandro Forero Álvarez, a quien se le reconoce haber estado en procesos de tortura en el período de la dictadura cívico militar como integrante del Comando Conjunto”.
“Segundo, el protocolo manifiesta que como objetores de consciencia -tanto individuales o institucionales- al querer negar una atención por este motivo, deben responsabilizarse de buscar una institución y profesional que no sea objetor y trasladar a la mujer e incluso pagando el costo del traslado y del proceso en su totalidad, a su vez deben dar la información correspondiente al procedimiento, teniendo en espacios visibles la información pertinente. Ante esto mi consulta es ¿todas las mujeres y en general las personas, en una situación de emergencia revisarán o exigirán información sobre el proceder? Ni los propios centros de salud tienen claro de cómo ejecutar la ley. En ningún momento el MINSAL ha asumido la responsabilidad de realizar campañas informativas sobre la implementación de la ley 20.030 hacia la población, sobre todo en instituciones públicas, ya que han centrado su energía en buscar trabas para la ejecución de la despenalización del aborto en 3 causales (recordemos lo ocurrido en el Hospital de Castro)”.
Tercero, el instructivo manifiesta que si el profesional se acogió a la objeción de consciencia pero la mujer invoca la causal número 1 (se encuentra en peligro la vida de la mujer embarazada) la deben atender sin excusas, es decir ¿La vida se asocia al funcionamiento del corazón, pero acaso la precariedad de condiciones de vida, la precaria educación sexual no es parte del concepto vivir? Entendiendo que la precaria educación sexual que tenemos en nuestra sociedad ha sido principalmente porque hasta en lo educativo incorporan e imponen su visión conservadora, incluso su visión religiosa castigadora”.
Foto: Humanas.cl