Cristian Herández Jiménez (@cliperyanqui) es un escritor colombiano, ganador del segundo lugar del Premio Nacional de Cuento La Cueva 2015. Cursó el máster en Creación Literaria de la Univeristat Pompeu Fabra en Barcelona y textos suyos se han publicado en diversas revistas literarias como Número y El Malpensante. 


En la biblioteca reposa la revista. Se llama Escarabeo. La hojeo y llego hasta la última página. Leo el título The Hip and the Square y, un poco más abajo, me encuentro con dos columnas. La primera está encabezada por la palabra Hip, la segunda, por la palabra Square. Cada columna enumera cualidades, ideas, personas y términos (sesenta y cinco, para ser exactos), todos ellos antagónicos hasta donde puedo entender. Curiosa lista, pienso y no me molesto en tomar nota de quién la firma.

Cuando doy de nuevo con Escarabeo, sepultada en el anaquel durante meses, vuelvo a la lista con un afán incomprensible. Instinto – Lógica. Prostitutas – Psicoanalistas. Sexo – Religión. Cada pareja de palabras, cuando me dice algo (la dupla Havellock Ellis – Krafft-Ebing, entre otras, no me dice nada), genera en mí una diáfana complacencia. Intuyo que la lista posee una lógica sobrecogedora y esta vez no dejo escapar el nombre del autor. Un tal Norman Mailer.

Desde entonces leer la lista de Mailer se convirtió en una suerte de ritual. Al menos una vez por semana repasaba obsesivamente las palabras inventariadas bajo una y otra columna. Alcohol – Marihuana. Asesinato – Suicidio. Orgía – Onanismo. Esta lectura me afectaba en diez minutos más que cualquier novela a lo largo de semanas.

Mailer, con poco más de treinta años, rumió el tema del hip y el square en el periódico The Village Voice para luego cristalizar sus ideas en el famoso ensayo “El negro blanco: reflexiones superficiales sobre el hipster”, aparecido en la revista Dissent en 1957 e incluido, junto con la lista, en el libro Advertisements for Myself, de 1959. De acuerdo con Mailer, el hipster era nada menos que el existencialista americano, consciente más que cualquiera de sus antepasados, luego del Holocausto y la bomba atómica, de la capacidad destructiva del ser humano, opuesto al totalitarismo y, por encima de todo, libre en su búsqueda del amor en la forma de un orgasmo más apocalíptico que el anterior.

Hoy sé por qué volvía a la lista religiosamente. Me incordiaba confirmar una y otra vez que, pese a creer que obedecía a la forma de la curva, no era más que un habitante parsimonioso de la celda del cuadrado. Por más hip que pretendiera ser las cuentas siempre daban como ganador, por amplio margen, a lo square (en mi defensa vale anotar que, según el propio Mailer, no existen ni el hipster ni el square en estado puro). Si me creía salvaje, la lista me hacía caer en cuenta de que era práctico. Si me ufanaba de ser espontaneo, la lista me recordaba que no era sino un tipo ordenado. ¿Nihilista? No. Más bien autoritario. Cada descubrimiento iba a dar a una especie de giba que ahora vivía en mi autoconsciencia, aumentando considerablemente su tamaño.

Pero hubo un ítem que me afectó más que cualquier otro. Era el que oponía al sexo por orgasmo y al sexo por ego. En cada ocasión en que ojeaba la lista me detenía sobre este asunto y me preguntaba qué motivaba en realidad mi deseo sexual: ¿el orgasmo o el ego? ¿El placer físico o la sensación de grandeza? Después de infinitas riñas mentales tuve que reconocer que mi gusto por el sexo residía en la satisfacción de una necesidad, digamos, extracarnal. Lo cual ahondó mi malestar. Y, como si no hubiera tenido suficiente, me hacía sentir aún peor el hecho de que, pese a la culpa, la búsqueda del orgasmo me resultara inevitable. Era la prueba irrebatible de mi poco amor propio.

Viví así por dos largos años. Harto, tuve que reconocer, para mi pena y alivio, que por mis venas corren litros de sangre square a los cuales debía darles mi apellido sin que hubiera lugar a resentimientos. Desde entonces he aprendido a vivir con la certeza de que soy, en esencia, un cuadrado. Aun así, no puedo esperar para volver a ser el tipo que creía ser antes de la lista de Mailer: sin ataduras, rebelde, divorciado de la sociedad, un hip en todo el sentido de la palabra. Mientras tanto, la revista sigue ocupando su lugar en la biblioteca. La giba también permanece en su sitio, pero he desarrollado una sana resistencia que inhibe su crecimiento.


Bonus track: la lista

Esta es la lista de Mailer tal y como aparece en el libro de 1959 Advertisements for Myself.

HipSquare
wild practical
romanticclassic
instinctlogic
Negrowhite
inductiveprogrammatic
the relationthe name
spontaneousorderly
perversepious
midnight noon
nihilistic authoritarian
associativesequential
a questionan answer
obeying the form of the curveliving in the cell of the square
self society
crookscops
free willdeterminism
CatholicProtetsant
saint clergyman
HeideggerSartre
sex religion
wedeln rotation
the bodythe mind
rebel regulator
differential calculusanalytic geometry
Schrodinger’s model of the atomBohr’s model of the atom
Wilhelm Reich as a mindWilhelm Reich as a stylist
Marx as a psychologist Marx as a sociologist
Thelonious MonkDave Brubeck
The N.Y. Herald TribuneThe New York Times
TrotskyLenin
DostoyevskyTolstoy
Havelock EllisKrafft-Ebing
D. H. LawrenceAldous Huxley
NixonDulles
ChurchillClement Attlee
Inches, feet, yards, and milesthe metric system
alchemists chemists
hipster beatnik
call girlspsychoanalysts
the childthe judge
the presentthe past and/or the planned future
T-formationSingle Wing
dialectical linear
anarchists socialists
barbarians bohemians
illegitimacy abortion
PicassoMondrian
sex for orgasmsex for ego
a catlike walk from the hipa bearlike walk from the shoulder
sin salvation
physiology anatomy
manners morals
doubt faith
grace force
murder suicide
psychopathic schizophrenic
orgy onanist
murder or homosexuality cancer
marijuana liquor
motorcycle scooter
reconnaissance guided tour
to seduce by touchto seduce by reasoned argument
nuancefact
to listen to the sound of the voice and take one’s meaning from thereto listen to the meaning of the words and obey no other meaning

 

close
No te pierdas nada

¿Quieres recibir nuestro contenido?

¡No hacemos spam!