La desaparición de María Cash ha sido un tema pendiente en Argentina durante los últimos siete años, desde que viajó a Jujuy en 2011 y se le perdió el rastro. Esta semana, una testigo que aseguró tener información del caso -haberla visto- fue atacada por tres hombres que escribieron en su abdomen con un cuchillo “el macho siempre gana”. 

El 4 de julio del 2011 María viajó hacia San Salvador, donde tenía planeado vender ropa diseñada por ella. En el camino cambió la ruta y mostró un comportamiento errático y extraño, según declararon testigos que la vieron en el trayecto.

El 8 de julio se comunicó por última vez con su familia, vía correo electrónico. Tenía 29 años cuando fue vista por última vez por un transportista que le dio un aventón. 

María Cash
El viaje de María Cash hacia el norte de su país fue reconstruido hasta el más mínimo detalle por policías y medios de comunicación. Las teorías sobre su desaparición son múltiples; y ninguna, hasta el momento, comprobada.

Incluso se creyó en algún momento que un craneo encontrado en Bolivia podría ser suyo, aunque un examen profundo desmintió esa versión. Otra versión, aparecida en 2017, fue que María dejó mensajes en baños públicos donde pedía ayuda y afirmaban que estaba retenida, aunque su hermano no reconoció la letra de María y la teoría no fue comprobada.

Por siete años el misterio ha permanecido abierto. Como si la tragedia no fuera lo suficientemente honda, su propio padre murió en un accidente de tránsito en 2014, durante una pesquisa buscando a su hija. Ahora su madre y su hermano son quienes continúan la búsqueda.

“El macho siempre gana”

El panorama cambió cuando una mujer acudió a la justicia argentina para denunciar a su ex pareja. Según relató a las autoridades, su ex marido y otros dos funcionarios del Servicio Penitenciario Federal estarían relacionados con la desaparición de María Cash, a través de una red de trata en la ciudad de Salta, también al noreste de Argentina.

La mujer declaró haber visto a María Cash con vida en una casa de Salta, en 2013, junto con otras tres mujeres víctimas de trata. La mujer, que fue víctima de trata por su marido, logró escapar; solo entonces se enteró del caso y la búsqueda alrededor de María.

Tras denunciar, fue atacada por tres hombres que simularon haberle cosido la boca (se la pegaron), fue severamente golpeada, incluso le arrancaron cabellos. Por último, sus atacantes escribieron con un cuchillo en su vientre “El macho siempre gana”. 

En la casa donde afirma haber visto a Cash, las mujeres raptadas se mantenían allí drogadas por por el ex marido y los cómplices, todos ellos miembros del Sistema Penitenciario.

“Mi clienta insiste con que una de esas chicas era María Cash. Es más, su hijo mayor, hoy de 17 años, tiene en su memoria la misma información pues él, en ese entonces de 10 años, era el encargado de llevarle agua a las muchachas”, afirmó Sergio Chiericotti, abogado de la testigo a medios argentinos.

Ahora mismo, la mujer se encuentra hospitalizada y cuenta con la protección del estado como testigo protegido. Sin embargo, la familia de María se toma esta nueva información con cautela y espera a que sea atendida por la policía argentina de forma debida.

Aunque se duda de la certidumbre de su denuncia, por la situación en la que se encontraba en esa casa, esta pista aún no debe desecharse en un caso que por 7 años a permanecido a la espera de una respuesta.