Dentro de las cosas recientes/buenas que he visto en Filmin, recomiendo mucho esta película documental de la directora española de padre nicaragüense Mercedes Moncada Rodríguez.
Narra desde la intimidad lo que pasó después de la revolución sandinista de 1979, cuando, según la directora “cada uno de nosotros era la mejor versión de sí mismo”.
La reseña dice que desafortunadamente, la brutalidad de la dictadura de Somoza fue reemplazada en poco tiempo por la corrupción y la demagogia de algunos líderes sandinistas, desleales con la revolución y los corazones de quienes creyeron.
El material de archivo está barajado entre los recuerdos de la directora y unos relatos de la Nicaragua marginal de hoy, entre recortes sugerentes del paisaje que dan testimonio de su propio desencanto.
Sorprenden los paralelos históricos con el contexto social contemporáneo, en secuencias extraordinarias de montaje e imágenes de protestas actuales, que son prácticamente idénticas.
El contaminado lago de Managua se convierte en un trasfondo metafórico del estancamiento y la miseria que han permeado en el país, del podrido legado de los regímenes corruptos y del peso de las memorias acumuladas de Moncada. Es también un recordatorio del carácter monumental y eterno de la naturaleza, que contrasta con la existencia efímera del hombre.
https://www.youtube.com/watch?v=P0en66aTmbs