La detención de Jesús Santrich, uno de los líderes de Farc, el partido político que reemplazó a la guerrilla más antigua de América, está poniendo a prueba el acuerdo de paz firmado en La Habana en 2016 y ha sacado a flote una serie de personajes desconocidos hasta hace pocas semanas y que podrían cambiar el curso de política de ese país.

Uno de ellos es Marlon Marín Marín, el sobrino de Luciano Marín o Iván Márquez, como hace llamarse desde que se hizo guerrillero el vocero oficial de Farc.

Detenido junto a Santrich, este hombre será clave en el proceso de extradición que se siga contra el jefe guerrillero, pues es sindicado de ser el intermediario con grupos narcotraficantes mexicanos y ha decidido convertirse en delator de la justicia estadounidense, a donde viajó después de ser capturado.

Según la prensa colombiana, es conocido como “patrón”, “doctor”, “gentleman”, “camarada”, tiene 39 años de edad, es hijo de un profesor, está casado y tiene dos hijas.

Aunque las autoridades de Estados Unidos lo reconocen con la profesión de abogado, la prensa nacional lo titula de contador en la Universidad Amazonía. También dicen que “tiene fama de vividor y estafador”. Lo que sí deja claro este hombre nacido en Florencia, Caquetá, en 1979, es que le encanta viajar y presumir de su “buena vida”.

En cinco años ha recorrido parajes exóticos del territorio nacional y lujosos hoteles de las zonas costeras, además de Cancún y Panamá. Ha estado varias veces en Varadero y La Habana, Cuba, donde entre 2012 y 2016 el Gobierno Nacional y la antigua guerrilla negociaron la terminación del conflicto armado.

A sus vínculos con el narcotráfico se sumaría un nexo con un carrusel de contratos irregulares para ejecutar proyectos del posconflicto relacionados con la salud y la agricultura.

Marín Marín ha sido sancionado por la Contraloría Regional por el incumplimiento de un contrato con la Institución Educativa El Recreo. Y además enfrenta denuncias civiles por presionar cobros.

Dentro de Farc, pocos saben quien es. O al menos eso dicen ahora.

Ni siquiera Santrich, quien fue capturado en su compañía, mete las manos al fuego por él: “No puedo confiar en personas que hayan hablado conmigo porque no sé, los montajes están a la vuelta de la esquina.

Confiaba en sus granjas alternativas, pero este es el momento en el que él debe responder por sus actos y yo por los míos”.

Soplón

Marlon Marín, uno de los detenidos en el caso de Jesús Santrich, arribó a Estados Unidos en la noche del lunes con el fin de colaborar con la justicia y delatar al exguerrillero.

Marín viajó en condición de “testigo protegido” y afirmó que “tiene todas las pruebas” que demuestran que Santrich “dirige una organización de narcotráfico en Colombia”.

Entre tanto, la Fiscalía General de la Nación legalizó ayer la captura de Fabio Simón Younes, investigado por la Fiscalía y la DEA por su presunta participación en la denominada ‘Familia’, una red criminal que, según la Fiscalía, tiene nexos con el ‘Cartel de Sinaloa’ y buscaba enviar 10.000 kilos de cocaína a Estados Unidos.

A Younes, un empresario que según su abogado se dedica a brindar asesorías comerciales, se le señaló de participar en reuniones dirigidas por Santrich.

La defensa de Younes insistió en la solicitud de extradición exprés; es decir, agilizar el proceso jurídico en territorio estadounidense y de esa manera verificar los hechos por los que hoy es acusado.