La suspensión condicional del caso Penta para el senador pinochetista Iván Moreira dejó a todos en Chile con la sensación de que basta tener saco y corbata para asegurar la impunidad si se defrauda al fisco, aún cuando se trate de un delincuente confeso como en el caso del parlamentario.
Hoy se sabe que esa impunidad fue negociada desde su partido, la Unión Demócrata Independiente, con el fiscal nacional Jorge Abbott.
Publica La Tercera que el lunes 18 de diciembre, un día después de que Sebastián Piñera ganara la segunda vuelta presidencial, el entonces senador y hoy ministro de Justicia (ja) Hernán Larraín visitó a Abbott,
Cuatro semanas después, la Fiscalía suspendió condicionalmente la investigación contra Moreira, librándolo de una condena por un delito de fraude al fisco, dentro del bullado y poco sancionado caso Penta.
Dos años atrás, el mismo Abbott se reunió con Larraín cuando buscaba ser ratificado por el senado -con su voto- como Fiscal Nacional.
Según la publicación, la última audiencia fue solicitada por el flamante ministro de Justicia y ex presidente del partido.
“La reunión, que fue solicitada por el entonces senador Hernán Larraín el día 15 de diciembre de 2017, a través del formulario de solicitud de audiencias de la Ley 20.730 de Lobby, se realizó el día 18 de diciembre de 2017, en dependencias de la Fiscalía Nacional, a la que también asistió la directora de la Unidad Especializada Anticorrupción, la abogada Marta Herrera”, sostiene una fuente del Ministerir Público a La Tercera.
Y agrega: “De acuerdo a lo señalado en la propia solicitud del señor Larraín, el objetivo de la reunión fue abordar la situación que afectaba al senador Iván Moreira. Cabe hacer presente que la reunión y el motivo de ésta se encuentran publicadas en la página web del Ministerio Público www.fiscaliadechile.cl, en su sección Transparencia, la que por ley es actualizada todos los meses”.
La reunión -cuyo motivo no figuraba ayer en el portal web mencionado por la fiscalía- se concretó días después de que el ahora ministro Larraín, junto al senador Andrés Allamand, habían enviado una carta a Abbott para pedirle que el proceso de Moreira fuera acelerado.
El argumento de esto era que procesar y quitarle el fuero parlamentario a Moreira, afectaba los quórum del Senado.
“Creemos que es importante, luego de ya más de dos años de proceso, que este termine lo más pronto posible”, decía la carta de Larraín y Allamand, al tiempo que argumentaba que esto se sugería “en atención de la conveniencia de afectar lo menor posible los quórum necesarios”.
Aunque la carta fue contestada por Abbott diciendo que no podía hacer nada, pues la causa la veía el fiscal regional Manuel Guerra, pero como un gesto a los senadores de derecha el Fiscal Nacional reenvió la carta de presión de los senadores a Guerra. Una pequeña indirecta.