Al menos ocho universidades chilenas han sido tomadas por alumnas que acusan a sus profesores, al establecimiento y la normalidad de acoso en contra de ellas. Es parte del despertar feminista igualitario en el mundo occidental y el polémico escritor Rafael Gumucio cree que se trata simplemente de mujeres privilegiadas.

Gumucio ha sido blanco de críticas por decir cosas como que “el tema de género actualmente es una cuestión entre élites educadas que se enfrentan por visiones valóricas y no como una tragedia social”.

En una entrevista con La Tercera, insiste en diferenciar un “feminismo histórico” con el movimiento detrás de las tomas de las universidades. 

“Este feminismo nuevo no ha hecho un diagnóstico de lo que realmente está pasando en el mundo de la mujer. Piensa desde el “yo”, es una forma de narcisismo. Eso, a la vez, es parte de todos los movimientos sociales del último tiempo. Son movimientos desde la santificación del dolor, una visión de la inocencia como un bien supremo y del sexo como una fuente de obsesión”.

Según él, lo que hay ahora son “movimientos de mujeres más bien solteras, sin hijos ni demasiados problemas económicos ni sociales, sino que sienten una opresión y sienten que los usos estructurales de Chile, y otros países, como España o Italia, dejan bastante que desear”.

Para Gumucio, este movimiento está destinado a ser extremista. “Seguramente hay gente que está realmente preocupada del tema, pero al menos en este caso veo bastante poca seriedad en el tipo de discusiones que se hacen, un poco al voleo, se generaliza a partir de casos específicos. La tendencia es que cuando uno está en la universidad vive momentos de fervor, de protesta. Ahora son las mujeres, pero el día de mañana será otro tema”.

Según Gumucio. esta poca seriedad del movimiento feminista chileno radica e la desinformación. “Lo primero que uno tiene que hacer cuando algo le preocupa es informarse y preguntarse en qué situaciones están las mujeres en Chile hoy en día. Existen, por ejemplo, normas contra el acoso y el abuso, leyes de igualdad salarial, pero nadie habla de ello”.

En contraste con lo planteado, para él el foco debería estar en temas como la gran cantidad de mujeres que son el único sustento de su hogar, porque hay hombres que las abandonan y les dejan a ellas al cuidado y la crianza de los niños. Esas mujeres tienen dificultades para tener un aporte económico igual al de los hombres y les es muy difícil cambiarse de trabajo. “Como sociedad, deberíamos mejorar la cobertura de salas cuna y jardines infantiles y preocuparnos de pagar a esas mujeres por el cuidado de esos hijos. No asumir que la mujer tiene que hacerlo porque sí”.