Es una fracción del multimillonario negocio de la muerte con el que el reino de España facturó 4.346 millones de euros -una cifra récord- durante el 2017. Sin embargo, España siguió vendiendo armas a la Venezuela de Nicolás Maduro a pesar de sus ataques diplomáticos y la prédica en contra del gobernante bolivariano.
La venta fue por apenas 3,4 millones de euros y según detalla el diario El País consistió básicamente en repuestos para blindados, bloques para un buque y otros. Pese a esto, supone una contradicción en el discurso del gobierno de Mariano Rajoy, uno de los principales críticos del gobierno venezolano.
El dato resulta curioso si se contrasta con el hecho de que Albert Rivera, el socio de Rajoy y responsable de que el Partido Popular se mantenga en el poder, lloró ante las cámaras durante su visita a Caracas en mayo del 2016, denunciando la represión y del gobierno de Maduro a su pueblo.
Curiosamente, hasta ese año España vendía a Venezuela las granadas lacrimógenas que estallaban en contra de las protestas ciudadanas.
Según la Gaceta de Galicia, entre el 2010 y el 2012, Venezuela encabezó la lista de importadores de material de defensa español, con más de 960 millones de euros. Adquirió cuatro patrulleros de costa construidos por Navantia, sociedad pública perteneciente a la SEPI, y tres buques de vigilancia marítima. Pero el embargo temporal impuesto sobre artículos de defensa personal (material antidisturbios, sobre todo) afectó al comercio bilateral y disminuyó la factura a tan solo 27 millones en los años 2013 y 2014.
Récord
España batió el año pasado su récord histórico de exportaciones de armamento con 4.346,7 millones, un 7,3% más que en 2016. Fuera de los países de la UE y la OTAN, que acaparan el 72,6% de las ventas, Arabia Saudí es el primer cliente de la industria militar española, con 270,2 millones, un aumento del 133%. El Gobierno denegó la licencia a cuatro operaciones de venta de material de Defensa; entre ellas, dos para Israel por valor de 1,9 millones.
Alemania desbancó el año pasado al Reino Unido como primer comprador de armas españolas, con 1.213 millones, según el informe sobre exportaciones de material de Defensa, otro material y productos de doble uso enviado por la Secretaría de Estado de Comercio al Congreso. Tanto en su caso como en los del Reino Unido, Francia o Turquía gran parte de la factura corresponde a aviones de transporte.
Las aeronaves suponen el 79% de las ventas españolas de material de defensa (3.434 millones), mientras que las exportaciones a países de la OTAN o la UE, que suman 3.154 millones (476,5 más que en 2016), representan el 72,6%.
Fuera de este mercado, ligado a grandes programas multinacionales, Arabia Saudí sustituyó el año pasado a Egipto como primer cliente del armamento español, con 270,2 millones por un avión de transporte, repuestos para aeronaves, aviones no tripulados, granadas de mortero, munición de artillería, etc.
Desde de que en 2015 Arabia Saudí intervino militarmente en Yemen, al frente de una coalición acusada de cometer crímenes contra la humanidad, sus compras de munición española casi se han triplicado, pasando de 34,7 millones (2016) a 90,1 (2017). El año pasado se autorizaron entregas por 197,3 millones, la mayor parte aún por ejecutar.