Para muchos, esto es un motivo de orgullo: vivir en una ciudad costosa, por absurdo que parezca, puede ser considerado una señal de estátus. Famosa es la frase del taxista bonaerense que se ufanaba de la paridad cambiaria en tiempos de Ménem, alegando que antes de la crisis del 2001, para los latinoamericanos era un lujo caer por Buenos Aires.

Pues bien, el banco suizo UBS hizo un índice que satisface el deseo morboso de saberse víctima de unos precios impagables y que estableció que Ciudad de Panamá es la ciudad latinoamericana más cara, seguida por Buenos Aires -alégrate, taxista- y Santiago de Chile. 

La medición, publicada desde 1971. hace una comparación entre precios y salarios de 77 ciudades del mundo mediante la evaluación de 128 ítems entre bienes y servicios en relación a los ingresos medios de 15 profesiones representativas de la población activa.  

En el ranking global, Ciudad de Panamá se ubica en el vigésimo primer puesto de las ciudades más caras del mundo por detrás de Copenhague, Nueva York, Tokio, Milán, Londres, Chicago, Helsinki, Sydney, París, Auckland, Estocolmo, Luxemburgo, Seúl, Dublín, Bruselas, Tel Aviv y Los Ángeles.

A Ciudad de Panamá le siguen con cierta distancia Buenos Aires, que figura en el puesto 45, Santiago de Chile (49), Sao Paulo (52), Río de Janeiro (56), Lima (61), Bogotá (65) y Ciudad de México (69)

Las ciudades españolas Madrid y Barcelona se colocan a su vez en los puestos 34 y 40, respectivamente.

En la comparativa internacional, si se incluye el precio de los alquileres, las ciudades más caras son Zúrich, Ginebra y Nueva York, frente a las más baratas (tanto si se incluye como no el alquiler) que son El Cairo, Lagos y Kiev.

Los salarios brutos son los mejores en Ginebra, Zúrich y Luxemburgo y los peores en El Cairo, en Bombay y en Nueva Delhi.

En cuanto al poder adquisitivo -medido por el salario anual neto- el primer puesto es para Los Ángeles, por delante de Zúrich y Miami frente a las menos pudientes Lagos, El Cairo y Yakarta.

UBS recalca que, en general, los habitantes de ciudades europeas y norteamericanas suelen disfrutar del mayor poder adquisitivo.

La capital de Baréin, Manama, y Hong Kong, son las únicas aspirantes no transatlánticas entre las diez principales ciudades.

Las capitales financieras del mundo, Nueva York y Londres, se sitúan en los puestos 10 y 23 respectivamente en el índice del Poder Adquisitivo de UBS.

Las diferencias mundiales del poder adquisitivo resultan patentes cuando se analiza lo que tienen que trabajar los ciudadanos en cada ciudad por ir a la peluquería, poder comer un Big Mac o comprarse un iPhone.

Así, un corte de pelo estándar de mujer cuesta 94,32 dólares en Zúrich, mientras que vale solo 22,60 en Kiev, 12,17 en Ciudad de México y 7,5 en El Cairo.

No obstante, mientras que una mujer en Zúrich generalmente debe trabajar solo 3,05 horas para permitirse este servicio, el mismo gasto requiere 12,09 horas de trabajo en Kiev, 5,86 en Ciudad de México y 6,11 en El Cairo.