La presión para que la selección de fútbol de Argentina cancelara su partido amistoso con Israel, a jugarse el fin de semana en Jerusalén, logró imponerse a la agenda de la Federación Argentina de Fútbol, que finalmente decidió cancelar el encuentro.
Las camisetas argentinas aparecieron teñidas de sangre en las afueras del predio del Barcelona donde entrenó la Selección de Jorge Sampaoli en Jerusalén, como denuncia del genocidio del estado israelí contra el pueblo palestino.
La protesta en apoyo al estado palestino, más el pedido de distintas organizaciones e incluso de la Asociación del Fútbol de dicho país que solicitó a los argentinos que no visiten Israel, terminó dando resultados. El compromiso se llevaría a cabo más adelante, sin riesgos de hacerlo a pocos días del Mundial y en un momento de extrema tensión política.
“Esta victoria nos demuestra que entre todxs podemos aportar a la resistencia Palestina, ejerciendo la presión necesaria para visibilizar la causa y cambiar las cosas”, agregaron.