Por estos días se recuerdan en Colombia los diez años desde la liberación de un grupo de secuestrados “VIP” en manos de la guerrilla de las Farc en la denominada Operación Jaque: un operativo militar en el que supuestamente se hizo creer a los guerrilleros que retenían al grupo de secuestrados que se trataba de un operativo humanitario.

La liberación de Ingrid Betancourt y tres ciudadanos estadounideses fue presentada como el mayor golpe de inteligncia contra el grupo guerrillero y celebrada en Colombia como una burla a los delincuentes que pretendían chanjear al gobierno de Álvaro Uribe para negociar un acuerdo de paz.

Aunque en su momento surgieron versiones que cuestionaron la veracidad de la versión oficial, donde el ejército había logrado engañar a toda la guerrilla y había liberado a los secuestrados sin disparar un solo tiro, finalmente las denuncias quedaron en nada y el país se quedó con la euforia del golpe, sin importar los pormenores.

Eso hasta que dos años después Wikileaks filtrara unos documentos en donde se establecía que efectivamente el operativo había sido un montaje producto de la traición de un guerrillero a su grupo. Se trató del carcelero de los secuestrados, alías César, con más de veinte años de antigüedad dentro del grupo insurgente.

Hoy se sabe que Nancy Conde –conocida como Doris Adriana, la esposa de alias César- fue capturada el 2 de febrero de 2008, cinco meses antes de la operación Jaque. Su cónyuge fue extraditado el 16 de julio de 2009, y ella –vaya coincidencia- corrió la misma suerte dos meses después, el 19 de septiembre de 2009. 
 
Un año y dos meses después de la operación Jaque ellos se habrían reencontrado, y de ello daría fe un llamativo hallazgo efectuado por Noticias Uno, consistente en que ni alias César ni su esposa aparecen en la base de datos del sistema federal de prisiones de Estados Unidos. Esto podría inspirar ya no una gesta heroica sino una historia de amor, de nuevo al mejor estilo hollywoodense. 

Curiosamente, a la cabeza de esta operación estaba el general Mario Montoya, protagonista también de los falsos positivos y la falsa desmovilización de un contingente guerrillero. Precisamente como consecuencia del destape de los falsos positivos que Montoya salió de la Comandancia del Ejército, por estar en desacuerdo con la medida que adoptó el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, de destituir a 27 oficiales del Ejército. 

La versión del montaje fue plasmada en el documental “Operacion Jaque: una jugada no tan perfecta” del periodista colombiano Gonzalo Guillén. Allí se denuncia con testimonios y documentos que los exguerrilleros Gerardo Antonio Aguilar, alias ‘César’, y Alexánder Farfán Suárez, alias ‘Gafas’, negociaron el pago de 100 millones de dólares a cambio de la entrega de los rehenes. Sin embargo, según el documental dicha suma no habría sido pagada en su totalidad.

Fue una operación financiera, no militar, según Guillén, quien resaltó inconsistencias en la famosa operación como que ‘César’ fue extraditado a Estados Unidos por el delito de narcotráfico y no de secuestro, así como a ‘Gafas’ lo encerraron en una prisión colombiana sin que hoy se sepa sobre el verdadero paradero de los dos exmilitantes de las Farc.

La liberación de los rehenes dentro de la llamada ‘Operación Jaque’ sucedió el 2 de julio de 2008, en un momento en el que el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe sobresalía por sus fuertes golpes en contra de las Farc, entre ellos la muerte del número dos del grupo guerrillero, alias ‘Raúl Reyes’, ocurrida cuatro meses atrás.

https://www.youtube.com/watch?v=bvhNV8l2zjw