Alfonso Jesús Caezuelo, el militar de “la manada” condenado junto a sus compañeros a nueve años de cárcel por abusos sexuales a una joven en las fiestas de Pamplona del 2016 acaba de pasar a servicio activo del Ejército de España, según publica el Boletín Oficial de Defensa. 

Ahora, el militar queda pendiente de asignación de destino en Sevilla, donde tiene residencia, acabando con la suspensión de sus funciones impuesta durante el juicio. 

“Queda a disposición del general jefe del mando de personal del Ejército de Tierra y adscrito a efectos administrativos a la subdelegación de Defensa en Sevilla”, señala la publicación que ha generado molestia en España, especialmente en quienes consideran que la justicia está al debe en este caso pues los condenados se encuentran en libertad mientras se revisa su pena. 

Según el boletín oficial, “la expresada situación surte efectos a partir del día 22 de junio” y que contra esta resolución “se podrá interponer en el plazo de un mes” recurso de alzada, según ha constatado esta redacción,  gracias a documentación obtenida  a través del buzón seguro y anónimo Fíltrala . Esta resolución fue firmada el pasado 4 de julio por el general director accidental de personal. 

Según han publicado varios medios españoles, el soldado Alfonso Jesús Cabezuelo y el guardia civil Antonio Manuel Guerrero no serán expulsados de sus respectivos cuerpos hasta que haya sentencia firme. Abogados expertos en derecho militar aseguran que la suspensión de servicio “es una medida cautelar por un tiempo máximo de seis meses” y que por lo tanto el Ministerio no podía tomar otra decisión.

Aunque plantean que la ley de carrera militar confiere a la ministra de Defensa la posibilidad de decidir sobre su futuro laboral por “la trascendencia social e interés del servicio”.

En pocas palabras, el militar y el policía seguirán recibiendo un sueldo público mientras que su sentencia no se encuentre ratificada por el máximo tribunal español.