Clara Celeste tenía nueve años cuando decidió que la vida no valía la pena. Con un pedazo de tela de su propia ropa se colgó del techo de su casita en Villa Trujui, aprovechando que sus padres habían salido a trabajar, dejándola a cargo de sus hermanos de siete y un año.

La niña se mató porque sus compañeros del tercer grado de la Escuela N° 39 Baldomero Fernández Moreno, a seis cuadras de su casas, la molestaban/torturaban por el solo hecho de ser de origen boliviano. Eso, al menos dijeron los vecinos en la única nota de prensa que registró el hecho, en el diario sensacionalista Crónica. 

Para los demás medios argentinos, Clara Celeste nunca existió.

En pleno debate por la despenalización del aborto, todos aquellos medios que desde sus editoriales se han autodenominado “pro vida”, parándose en lo que muchos consideran el lado de los buenos, han guardado silencio.

El caso ha tenido eco en pequeños espacios contestatarios, en los rincones de solidaridad disminuidos por una sociedad que no se detiene, como aquel tren que no paró cuando un tipo lanzó a Marcelina Meneses y su bebé, en el 2001, por ser boliviana. 

El impulso de aquella sororidad de las impulsoras del NiUnaMenos tampoco llegó hasta su casita de la periferia. Vivas nos queremos, gritan en sus marchas, necesarias y urgentes, pero que aún así desconocen cuanta humanidad falta para aquellos que cometieron el error de nacer de sus padres aindiados, morochos y pobres. 

La pregunta de este título es una obviedad: los medios callan porque son el reflejo de una sociedad que tiene miedo a recordar que sus orígenes son collas. Que bajo el rubio de ese pelo hay unas raíces oscuras, que son -como decían en los 90s con cierta sorna- un taxi amarillo y negro, maquillado racialmente. 

Y los medios callan, porque calla el Estado. En esta pasada administrado por los padres ideológicos de los niños que le gritaban negra a Clara Celeste. Que le decían Boliviana, como si su origen bastase como insulto.

¿Cómo no van a callar los medios si el secretario de Salud de Jujuy Gustavo Bacha Bouhid, ejecuta un proyecto para el cobro de la salud pública a los migrantes? Bacha es un cómplice del discurso de odio en el que se sustentan los cantos contra los bolivianos y paraguayos en el estadio, un cómplice de los niños que algún día amarraron a un poste a Clara Celeste y le gritaron india. 

https://www.youtube.com/watch?v=kwAc__qIjZ8