Hasta este 20 de julio, ni siquiera el Consejo Nacional Electoral de Colombia tenía claro quiénes serían tres de los representantes de las Farc en el Congreso que se instala hoy.
Dentro del acuerdo con la ex guerrilla se pactó que la agrupación desmovilizada tendría diez cupos en el Parlamento, cinco en cada cámara, sin embargo, quiénes estarán allí es una incógnita.
Esto después de que Iván Márquez, el segundo del partido de la exguerrilla y quien se suponía iba a ocupar un asiento en el Senado, dejara dudas sobre su disponibilidad a asumir. La cosa se remonta a abril cuando tras la captura del exjefe guerrillero Jesús Santrich, acusado de narcotráfico, Márquez decidió abandonar la capital para refugiarse en un pequeño pueblo cerca de San Vicente del Caguán, una de las zonas de influencia de la ex guerrilla.
Esta semana, Márquez publicó una carta abierta en la que apela a “tres circunstancias insalvables” que le impedirían asumir el cargo. La primera de ellas es precisamente la falta de garantías en el caso Santrich.
Para Márquez, “el montaje judicial urdido por el Fiscal y la DEA que hoy tiene injustamente tras las rejas a Jesús Santrich y entre la vida y la muerte al proceso de paz”.
La segunda razón para no posesionarse es “la impresionante desfiguración de la Jurisdicción Especial para la Paz que la hace irreconocible, comparada con el texto original firmado por las partes en La Habana”.
Y, en tercer lugar, Márquez argumenta que “no se ve por ninguna parte la determinación de cumplir con asuntos esenciales del acuerdo como la reforma política, sin la cual no habrían condiciones para el tránsito de la rebelión a la política legal”.
Sin embargo, su carta difícilmente puede entenderse como una renuncia tajante al Senado.
“Que el caso Santrich y la perfidia del Estado al acuerdo de paz no se nos conviertan en el detonante del retorno a la confrontación. No podemos permitir que se nos queme el pan en la puerta del horno”, concluye el texto del líder guerrillero.
Pese a sus palabras, en el partido Farc dicen que no está renunciando a su curul. Al menos así lo declaró días atrás el asesor jurídico del partido, Enrique Santiago, al diario El Tiempo.
“Modestamente, creo prematuro afirmar que Iván Márquez declinó asumir como senador. De la carta publicada deduzco que Márquez entiende que hoy no hay condiciones para que asuma, pero en las próximas horas podrían crearse condiciones si hay voluntad de todos”, afirmó al diario.
En el caso de que Márquez no se presente a ocupar su cargo en el Senado, lo reemplazará Israel Alberto Zúñiga Iriarte, conocido como ‘Benkos Biohó’.
Junto a él estarán en el Senado Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada, Sandra Ramírez y Victoria Sandino.
Los de la Cámara
En la otra cámara, la primera baja para la guerrilla fue la de Jesús Santrich. Está preso en la cárcel La Picota tras ser pedido en extradición y el que podría ocupar su curul es Benedicto González, pues fue el segundo de la lista que el partido de la exguerrilla presentó para ese departamento.
Sin embargo, según señala el portal Las2Orillas, Santrich habría recibido la credencial de parte del Consejo Nacional Electoral.
Su posible reemplazante fue jefe político del bloque Caribe ‘Martín Caballero’. Al igual que el abogado de Santrich, Gustavo Gallardo, él argumenta que este exjefe guerrillero “no tiene impedimentos legales en Colombia” para posesionarse.
La otra baja factible en las filas de Farc sería Byron Yepes, debido a una enfermedad, según señala la prensa colombiana.
Será reemplazado por Carlos Alberto Carreño Marín, conocido como ‘Sergio Marín’, el segundo en la lista a esa corporación que presentó la exguerrilla para Bogotá en las pasadas elecciones legislativas. Tiene estudios en economía de la Universidad Nacional, fue militante de las Farc durante 22 años y también hizo parte de la delegación de la exguerrilla en los diálogos de La Habana.