Caracas es la ciudad más peligrosa de América y Venezuela uno de los países más inseguros del mundo. El deterioro en la seguridad del país ha sido progresivo, un cáncer en metástasis que crece y crece y crece bajo la vista o complicidad de las autoridades. 

Ahora resulta que se robaron la cabeza de Hugo Chávez y la policía está enloquecida buscando al responsable del robo. 

La historia es la de un país en descomposición. Hace unas semanas hubo un apagón en el estado de Zulia. Fue atribuido por el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Dominguez, a un “saboteo”, la vieja confiable cada vez que se va la luz. 

Durante la oscuridad, los vecinos de La Villa del Rosario cabreados aprovecharon para desquitarse con un busto del fallecido Hugo Chávez y suáz que adiós cabeza. 

Cada vez que se va la luz -algo que ya es rutina- el descontento con el gobierno se expresa en rayados o vandalismo. 

Luego de lo sucedido, según el periodista Lenín Danieri, un gran operativo se desplegó en la zona para dar con los autores del hecho y con la cabeza de Chávez.

Lo inaudito del caso, es que a una corta distancia hay presencia de hampa común y guerrilleros pero las autoridades los ignoran en vez de apresarlos, lo que deja una vez más en evidencia que al Estado no le interesa acabar con la inseguridad.