Nicolás Maduro no dudó en el drama: “Hoy han intentado asesinarme”, declaró la noche del sábado en Caracas después del incidente calificado como un magnicidio frustrado por el gobierno venezolano.

El plan denunciado y frustrado según la versión oficial -y la del misterioso grupo que se adjudicó la acción- consistía en lanzar explosivos C4 desde varios drones a la tarima donde Maduro presidía un acto en homenaje a la Guardia Nacional Bolivariana.

Después de que la denuncia de Maduro – y las imágenes de un grupo de soldados corriendo despavoridos- recorrieron el mundo, la discusión sobre el asunto se centró en analizar la veracidad de los hechos. ¿Fue realmente un atentado contra el presidente venezolano o es factible creer que los hechos fueron montados desde el Palacio de Miraflores?

Maduro asegura que siempre se pondrá en duda cualquier complot para matarlo hasta que no sea efectivo. En parte tiene razón: a nadie como a él le conviene ser víctima de planes que curiosamente fracasan. Por un lado deja viva la idea de la persecución interna y externa en su contra y por otro, sobrevive como si se tratase de un héroe de película, el elegido de la patria.

Con la excepción de un comunicado leído directamente por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, asegurando la irrestricta lealtad de la Fuerza Armada Nacional hacia el mandatario venezolano, el Gobierno fue tímido en su reacción del “día después”. En la tarde, una explicación al cuerpo diplomático que poco antes ofreció el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, dando los detalles más precisos sobre el atentado.

Este afirmó que las detonaciones provinieron de dos drones tipo M-600 cargados con C4, un material explosivo que se activa a través de una pulsión eléctrica y que no habrían logrado el objetivo de impactar al mandatario al haber perdido contacto con quienes los controlaban.

“Una de las aeronaves sobrevoló la tribuna presidencial con el fin de activar a distancia la sustancia explosiva, pero gracias a las técnicas de la Guardia de Honor Presidencial y la instalación de equipos inhibidores de señal se logró desorientar el dron”, explicó Reverol.

“El otro dron perdió el control en las aproximaciones del evento y cayó en un edificio denominado Eduardo (…) retomando a la altura del piso 1”, afirmó.

Esto, sin embargo, ha sido cuestionado por bomberos de Caracas que aseguran que en aquel lugar lo que ocurrió fue la explosión de una garrafa de gas.

El escepticismo se explica en parte porque en la transmisión oficial del evento no se ve ningún dron, y varios medios periodísticos también han recogido declaraciones de personas presentes en la conmemoración que aseguran no haber visto artefactos de este tipo. 

Según el parte oficial, hay seis personas detenidas supuestamente relacionadas con el caso. Reverol no ofreció detalles de sus nombres, tampoco imágenes de los drones destruidos. Este lunes, sin embargo, se publicó un video en el que un supuesto dron explota en el aire mientras se escucha de fondo a Maduro.

Aunque las imágenes coinciden, muchos en Caracas dudan de la quién podría estar detrás de los hechos.

A la duda colabora el hecho de que el grupo que se adjudicó el hecho, los “Soldados de franela”, detallaron sus planes pocos minutos después de la explosión y hablaron incluso de cómo lo hicieron, sembrando las dudas sobre la necesidad de esa información. 

Tras el hecho, uno de los análisis que rondó entre la clase política venezolana tiene que ver con la lealtad de las fuerzas armadas al mandatario. Si bien la reacción oficial tras la explosión fue reiterar la lealtad con Maduro, durante el episodio los militares salieron corriendo para salvar sus vidas, antes que defender al líder.

Esto podría tener un efecto en la relación del gobierno y las Fuerzas Armadas. Básicamente un endurecimiento contra quienes considere sus enemigos: “No habrá perdón. Los perseguiremos y los capturaremos”, advirtió Maduro refiriéndose a los autores del supuesto atentado, pero con una resonancia suficiente que sus enemigos políticos no pueden descartar.

Así fue el supuesto atentado contra Nicolás Maduro