La crisis venezolana es un todo. No hay sector que se salve y desde hace años que el gobierno ha movido los hilos para que los medios de comunicación críticos a su gestión la pasen mal al punto de tener problemas para existir.
Eso se ha visto reflejado en el cierre o venta de una larga lista de medios a los que esta semana se sumaron cuatro periódicos regionales por la falta de papel y la crisis económica. Se trata de El Caroreño, El Diario de Lara, Última Hora y Visión Apureña.
Estos ya tenían problemas por la falta de insumos, pero la imposibilidad de pagar las nóminas con el aumento de salario decretado por el presidente Nicolás Maduro los llevó a parar las prensas.
Esos cuatro medios impresos habían modificado los días de circulación debido a la escasez de insumos, entre ellos, el papel que desde 2014 es distribuido por la Corporación Maneiro, empresa dependiente de la Vicepresidencia de la República que centralizó los suministros. Última Hora incluso dejó de salir en su versión digital debido al alza salarial.
“Los esfuerzos que comenzamos hacer para continuar llegando a los lectores vía digital se ven ahora interrumpidos por las decisiones que en materia económica ha adoptado el Ejecutivo y que impactan de manera fulminante en nuestra estructura de costos”, dijo el medio en un comunicado.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa indicó que en lo que va de año han cerrado definitivamente ocho periódicos.
El Instituto de Prensa y Sociedad señaló que 12 diarios redujeron sus días de circulación. La ONG registra que 48 periódicos han suspendido su circulación de manera temporal y definitiva desde 2013, como consecuencia de las restricciones en la adquisición de insumos para la producción informativa.