Si alguien tenía dudas sobre la inclinación política del presidente chileno, Sebastián Piñera, él propio mandatario se encargó de resolverlas al entregar su apoyo público al candidato presidencial brasileño ultraderechista Jair Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura de Pinochet.
Según el empresario y presidente chileno, Bolsonaro tiene un plan para abrir la economía que Brasil “necesita“.
“Las señales que está dando en cuanto a abrir la economía brasileña, reducir el déficit fiscal, reformar las pensiones, reducir el tamaño del sector público con privatizaciones, eso es lo que un país como Brasil, que es un gigante, necesita“, indicó Piñera durante un foro económico del diario El País.
Piñera admitió que Bolsonaro, que quedó en buena posición para ganar la presidencia tras obtener un 46,03% frente al izquierdista Fernando Haddad (29,28%) en la primera vuelta del domingo, genera incertidumbre porque “nadie conoce muy bien su trayectoria”.
Pero su plan económico “apunta en la dirección correcta” y “ha hablado muy fuertemente de una lucha frontal contra la corrupción y el populismo, que han sido dos formidables enemigos en Brasil” y provocado la crisis que el país “arrastra”, apuntó.
El ballotage entre Bolsonaro y Haddad será el 28 de octubre.
Los mercados brasileños celebraron el lunes el resultado de la primera vuelta: el índice Ibovespa de la bolsa de San Pablo cerró con una ganancia de 4,57%.
Piñera se refirió a Bolsonaro al hablar de una América Latina “muy convulsionada, con muchas tensiones“, destacando la “situación (económica) muy compleja” en Argentina o el “drama” de la crisis económica y “humanitaria” en Venezuela.
Tras rechazar la postura del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que se niega a abrir canales humanitarios, Piñera dijo: “No sé cómo una persona puede ser tan ciego, tan ambicioso, tan dispuesto a producir tanto dolor y tanto sufrimiento a su propio pueblo con tal de aferrarse al poder”.
Después del foro, Piñera se reunirá con el rey Felipe VI, en el Palacio del Pardo, y luego con el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, en el Palacio de La Moncloa.
España es la segunda escala de una gira de Piñera por cinco países de Europa, que comenzó el sábado en Francia y culminará en el Vaticano, con una audiencia con el papa Francisco.