Después de su derrota en la Corte Internacional de La Haya, el gobierno de Bolivia está buscando, a regañadientes, retomar el diálogo con Chile para restablecer las relaciones y buscar una nueva alternativa que solucione su enclaustramiento centenario.

Para ello, el presidente Boliviano envió una carta a Chile pidiendo sentarse a negociar toda vez que la demanda judicial le reventó en la cara. 

Pero claro: ahora Chile tiene la sartén por el mango y antes de ceder en cualquier cosa, así sea retomar el diálogo, quiere que Bolivia haga una serie de “gestos”.

En primer lugar, la condición madre para retomar el diálogo es que Bolivia acepte y acate el tratado de 1904 que señala las fronteras y encierra a Bolivia en Los Andes. Esto lo dijo Sebastián Piñera de gira por Europa y lo han dicho todos los presidentes chilenos.

Sin embargo, la petición ahora es más ambiciosa: el empresario llamó a La Paz a renunciar a su aspiración marítima en territorio chileno.

“Creo que es muy importante antes de pensar en nuevos diálogos, que se cumplan algunas condiciones básicas. Primero que se respete íntegra y de buena fe el tratado de límites entre Chile y Bolivia de 1904. Y además que Bolivia abandone su absurda pretensión sobre territorio, mar o soberanía chilena”, dijo Piñera.

“Este presidente siempre va a tener una actitud de diálogo y de colaboración con los países vecinos, pero siempre va a defender con mucha fuerza el mar, el territorio y la soberanía chilena”, concluyó.

La carta de Evo Morales dice:

“Dando cumplimiento al fallo de la corte, el Estado Plurinacional de Bolivia invita al Gobierno de la República de Chile a reiniciar el diálogo para atender los asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia y todos aquellos referentes a una relación de buena vecindad”.

Esta semana, cuatro legisladores chilenos también plantearon a la Cancillería de ese país “la necesidad de hacer todo lo posible para tener relaciones diplomáticas con Bolivia”.

Cabe recordar que ambos países carecen de estas relaciones desde 1978.

Se trató de los senadores Manuel José Ossandón, José Durana y los diputados Paulina Núñez y José Miguel Castro, quienes, sin embargo, también sostuvieron que para avanzar en el diálogo es necesario que el gobierno de Morales reconozca el Tratado de 1904.

Además, pidieron a La Paz modificar la Constitución de su país en el apartado que declara “derecho irrenunciable” la salida al Pacífico.

En un comunicado, Ossandón descartó que el pedido de reforma de la Constitución de Bolivia implique una injerencia de Chile “porque hay un fallo que es claro y la constitución de Bolivia, al obligar al presidente a recuperar el mar que es chileno, se mete en nuestro territorio”.

Tras el fallo de La Haya sobre el tema marítimo, Bolivia y Chile están a la espera de que la CIJ resuelva otro lío  por el uso de las aguas del Silala, que para La Paz es un manantial canalizado artificialmente hace un siglo hacia territorio vecino y para Santiago es un río de cauce internacional.