Decir que Nicolás Maduro viene jugando con fuego es un eufemismo débil para definir la tensión montada sobre una crisis que solo parece empeorar. Esta semana decidió -de nuevo- que Venezuela abandonaría el dólar como patrón de cambio, basando su sistema en el euro y otras monedas.

Un calco de su anuncio de septiembre de  2017, cuando el Gobierno señaló que avanzaba hacia la implementación de “un nuevo sistema de pago internacional” alternativo al dólar, a través de una “canasta de monedas” como el yuan, el rublo, la rupia y el euro.

Esta decisión se parece bastante a la intención de Sadam Husein de tratar de vender en euros el petróleo producido por Irak y abandonar al dólar. 

En el 2002 el presidente iraquí intentó convencer a los miembros de la OPEP de vender el oro negro en euros para salirse del petrodólar. Si esto hubiera sucedido, el dólar habría perdido entre un 20 y un 40% de su valor.

Según el ex congresista republicano Ron Paul “la arrogancia de Sadam Husein había sido considerada como un peligro para el dólar en calidad de la reserva principal mundial”. Por lo tanto, esta fue una de las razones para la invasión de Irak.

Claramente las condiciones no son las mismas, pero cuesta creer que Estados Unidos se mantenga impávido frente a esta situación. 

Europa qué

Mientras tanto, las gestiones del ex jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero para frenar las sanciones europeas sobre Venezuela y apostar por el diálogo dieron cierto alivio al gobierno de Maduro, que celebró como un éxito el llamado al diálogo hecho por la Unión Europea.

El canciller español, Josep Borrell, defendió el «intento de facilitación» del diálogo entre los distintos actores políticos en Venezuela de la UE. La propuesta venía siendo estudiada desde el principio de la presidencia austriaca con el apoyo de la alta representante, Federica Mogherini.

El mayor logro para Maduro fue que la comunidad de países no considere que la única solución a la crisis es su salida del poder.

Venezuela excusa su giro hacia el euro como una forma de saltarse las sanciones de Estados Unidos. Y aunque podría funcionar y no cabe duda de que a la moneda europea le vendría bastante bien un mercado como el país petrólero, en la práctica es difícil que se materialice un abandono total del dólar.

El dólar domina el comercio de la mayoría de los productos básicos y las manufacturas del mundo y Venezuela importa la mayoría de lo que consume.

La medida en sí

El vicepresidente económico Tarek El Aissami dijo que el Gobierno de Estados Unidos impuso nuevas sanciones a Venezuela “que bloquean la posibilidad de seguir transando en el mercado cambiario venezolano en la divisa llamada dólar”, y calificó estas restricciones como ilegales, arbitrarias y contrarias al derecho internacional.

“Han afectado las operaciones en divisas (…), ningún país, salvo Cuba, ha sufrido ataque esta magnitud, ataques multiforma”.

Según él, el Gobierno ofertará en los meses de noviembre y diciembre unos 2.000 millones de euros, un anuncio que implica el retorno del Estado a un mercado ávido de divisas.

“(Van a) tener divisas a una tasa real, no criminal”, indicó en referencia a la cotización del dólar, que triplica en el mercado paralelo la tasa oficial.

Las condiciones de Trump

Trump, que ha amenazado con tomar decisiones pero cuyas sanciones parecen no debilitar completamente a Maduro, respondió al casi suplico del presidente venezolano para reunirse tal y como lo hizo con el dictador norcoreano Kim Jong-un, 

En septiembre Maduro fue hasta la ONU a pedir en pleno Nueva York una reunión con Trump, que aunque dijo que sí, finalmente lo dejó plantado.

Esta semana, un correveidile de Trump dijo que cualquier reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, a que el régimen de Venezuela dé antes “pasos activos hacia el restablecimiento de la democracia”.

“Si el gobierno venezolano desea hablar y conversar con el Gobierno de los Estados Unidos, necesita mostrar tangiblemente pasos y reformas democráticas”, fueron las palabras del funcionario según la prensa internacional.

Las nuevas declaraciones del funcionario estadounidense devuelven a EEUU a su postura anterior a la Asamblea General, ya que, durante meses, la Casa Blanca rechazó cualquier diálogo directo entre los presidentes de ambos países hasta que se “restaure la democracia” en el Estado caribeño.

El funcionario insistió en que los gestos que debería adoptar Maduro no pueden ser “simplemente distracciones” para “gastar el tiempo y mantenerse en el poder”, sino que debería implementar “varias medidas democráticas”.

La fuente opinó que el régimen venezolano se ha beneficiado de las conversaciones “que ha liderado el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero”, que, a su juicio, consistían en “hablar por el hecho de hablar y sin verdaderamente proponer y actuar sobre reformas democráticas”.