El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, propuso otorgar visas de trabajo a los migrantes que llegan desde Centroamérica, principalmente del llamado triángulo del norte, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador.
Desde que ganó, López Obrador habló de echar a andar un proyecto conjunto con Estados Unidos, basado en el desarrollo regional a través de otorgar recursos a los países del triángulo del norte y así desincentivar, a través del crecimiento económico, los flujos migratorios de esa región hacia países del norte, principalmente Estados Unidos.
En un evento esta semana, el presidente electo señaló que: “a partir del día primero de diciembre vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos, ese es un plan que tenemos. Quien venga a trabajar en nuestro país va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo”.
Esto salió a colación por la caravana de cerca de 2 mil migrantes proveniente de San Pedro Sula, Honduras, que se dirige hacia Estados Unidos para pedir asilo, lo cual provocó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara a Honduras y El Salvador con cancelar recursos si no impedían que ese flujo migratorio saliera de la región.
Por su parte, los gobiernos de Guatemala y México señalaron que no dejarán cruzar la frontera a personas que no cuenten con documentos migratorios, de hecho México desplegó un fuerte operativo hacia el cruce fronterizo de Tapachula, Chiapas.
Más allá de esta coyuntura, resulta bastante interesante la propuesta de López Obrador, no solo porque resulte evidente que la estrategia policiaca basada en la cacería y en las deportaciones no ha dado resultados, ya que de ninguna manera evita o de menos contiene los flujos migratorios ilegales.
Esto por una razón muy sencilla: la economía de estos países no tiene nada que ofrecerles, por lo que el riesgo de migrar al norte es mucho más sorteable que el riesgo de morir de hambre en sus países de origen; dicho de manera muy sencilla: no tienen qué perder ya que sus economías no tienen nada que explotar.
En ese sentido, es crucial impulsar el desarrollo económico de esa región para reducir considerablemente los flujos migratorios, debido a que justo ya habría algo que explotar ahí (no en un sentido peyorativo sino económico) y, cuando hay algo que explotar, hay empleos; y cuando hay empleos, hay consumo y así sucesivamente.
El tema aquí es: ¿a cambio de qué México y Estados Unidos entregarían dinero a esos países?, ya que difícilmente se regala dinero así como así, eso es algo que hasta el momento desconocemos.