La victoria en las elecciones ‘mid-term’ (mitad de mandato) ha sido aplastante: desde hace días atrás, las encuestas preveían que los demócratas iban a volver a recuperar el Congreso en Estados Unidos y así ha sido. Y entre todos los representantes de la izquierda, brilla una nueva estrella, la latina Alexandria Ocasio-Cortez, que ha conseguido convertirse a sus 29 años en la congresista más joven de Estados Unidos.
Ocasio-Cortez decía en su vídeo de campaña: “Se supone que las mujeres como yo no deberíamos presentarnos a cargos políticos”. Hablaba de ser latina, de ser joven, de vivir en el Bronx. Pero ha dado una lección a todos al ganar el distrito 14, a medio camino entre precisamente el Bronx y Queens.
Nació el 13 de octubre de 1989 en Nueva York y es hija del dueño de un local en la zona sur del Bronx, y de una inmigrante procedente de Puerto Rico que limpiaba hogares, ambos procedentes de la clase trabajadora. Ante la pésima situación en la que se encontraba la educación de los colegios en el Bronx en los años 90, tuvo que asistir a la escuela en Yorktown, lo que le suponía 40 minutos diarios de transporte, lo que le dio una primera lección vital sobre las diferencias de clases entre los estados de Nueva York.
Estudió economía e relaciones internacionales en la Universidad de Boston y trabajó en la oficina del senador Kennedy, especializándose en asuntos extranjeros e inmigración. Después de su graduación, volvió al Bronx, donde trabajó en diversos proyectos como educadora, directora educativa, mejora de nivel educativo en los estudiantes de la escuela intermedia…
A los 20 años, llegó el punto de inflexión en su vida, cuando falleció su padre. Para poder mantener su hogar, que no se sostenía solo con el ingreso de su madre como limpiadora de viviendas, tuvo que buscarse dos trabajos y hacer turnos de hasta 18 horas en restaurantes. Su madre y su abuela acabaron mudándose a Florida, pero ella sigue viviendo en el apartamento familiar.
Cuando consiguió graduarse en la universidad, a los 22 años montó una editorial de libros infantiles para cambiar la imagen tradicionalmente negativa del Bronx.Hace un año, trabajaba en el Flats Fix, un restaurante mexicano en Union Square, en Nueva York, donde ha estado poniendo cócteles hasta hace cinco meses.
Pero ella, que pertenece a los Democrats Socialists of America, en junio pasado comenzó a dar la campanada cuando ganó la nominación de su partido al congresista Joe Crowley, un peso pesado de los demócratas que llevaba en su escaño desde 1999. Ella tenía un presupuesto de apenas 200.000 dólares y él, de 3,4 millones.
Some folks are saying I won for “demographic” reasons.
1st of all, that’s false. We won w/voters of all kinds.
2nd, here’s my 1st pair of campaign shoes. I knocked doors until rainwater came through my soles.
Respect the hustle. We won bc we out-worked the competition. Period. pic.twitter.com/RbpQMYTiWY
— Alexandria Ocasio-Cortez (@Ocasio2018) 29 de junio de 2018
“Algunas personas dicen que gané por razones demográficas. Primero, eso es falso. Ganamos con votantes de todas las clases. Segundo, aquí está mi primer par de zapatos de campaña. Llamé a puertas hasta que la lluvia atravesó las suelas”
Alexandria Ocasio-Cortez defiende la sanidad universal (Medicare) para todos los ciudadanos, la universidad gratuita o la eliminación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, la mejora de la educación para los niños, servicios de salud, la protección de derechos civiles, el establecimiento de un salario mínimo de 15 dólares/hora, la vivienda como derecho e incentivar fiscalmente la construcción de viviendas.
Ocasio-Cortez representa la ruptura de una nueva barrera invisible; como ella dice, “hay otra forma de hacer las cosas”. Tiene estilo, es inteligente, es joven y ha roto la marca que hasta ahora tenía la representante del distrito 21 de Nueva York, la republicana Elise Stefanik, quien llegó a Washington en 2015 con 30 años.
Posee tu poder.
Para muchos, es radical sentirse cómodo en tu propia piel, y saber que eres más que suficiente tal y como eres.
Una de mis citas favoritas es de Martin Luther King: “Todo el mundo puede ser grande… porque cualquiera puede servir. Para eso no necesitas tener un título universitario. No necesitas hacer que sujeto y verbo concuerden. Lo único que necesitas es un corazón pleno de gracia, un alma nacida del amor.
Así que toma espacio. Habla. Mantén la puerta abierta y llévate a los otros contigo. Acepta que serás criticado no importa por qué, ese es el precio de luchar por el cambio y la innovación. Considero que la crítica constructiva es un plan de mejora y una medicina para el ego.
En última instancia, las personas que se deprimen, se enfocan en la adversidad y realizan el ingrato trabajo de cambio son las que transforman la sociedad. Todos podemos ser parte de eso, si así lo decidimos. Todos podemos golpear una puerta, registrar a nuestro primo para votar o educarnos sobre un tema que nos interesa.
Todos somos capaces de despertar y comprometernos. Y por eso, todos podemos ser grandes.
Alexandria Ocasio-Cortez es la imagen visible en todos los periódicos y telediarios, pero no es la única mujer que ha hecho historia en el partido Demócrata, en el congreso de Estados Unidos.
Por primera vez, dos mujeres musulmanas llegarán al congreso estadounidense.¿Sus nombres? Rashida Tlaib, demócrata por Michigan, e Ilhan Omar, candidata de los partidos Demócrata y Campesino-Laborista en Minnesota.
Omar, respaldada por la ya congresista latina, llegó hace dos décadas como refugiada, será la primera congresista de origen somalí. Ocupará el asiento que dejó vacante el representante por Minnesota Keith Ellison, casualmente el primer musulmán que fue elegido al Congreso.
Por su parte, Rashida Tlaib pertenece al mismo grupo de izquierda que Ocasio-Cortez, y releva en su cargo al representante demócrata por Michigan John Conyers, quien dejó el cargo el año pasado en medio de acusaciones de conducta sexual inapropiada.
En estas elecciones, también hay que subrayar los nombres de Deborah Haaland (Nuevo México) y Sharice Davids (Kansas), las primeras indígenas en la historia en acceder al Congreso de Estados Unidos, en más de 230 años de historia; el de Ayanna Pressley, la primera congresista negra de Massachussetts, a la que acosaron sexualmente dos veces, una de ellas de niña; y Veronica Escobar y Sylvia Garcia, las primeras legisladoras latinas de la historia de Texas.
Con información de Elle