El presidente de Venezuela está acorralado y solo los salvavidas de las potencias euroasíaticas que quieren una parte del botín petrolero y minero lo mantiene con vida. Después de recibir al cuestionado presidente turco, Reccep Erdogan en Caracas, viajó a Moscú para buscar el amparo de Vladimir Putin. 

Como era de esperarse, el neo zar y todo poderoso mandatario ruso respaldó a Maduro y además de prometerle cooperación internacional aprovechó su visita para mostrarle los dientes a quienes quieren derrocar al heredero de Hugo Chávez. 

“Condenamos cualquier acción que tenga evidente carácter terrorista, cualquier intento de cambiar la situación por fuerza”, dijo Putin respecto a la crisis humanitaria que atraviesa el país sudamericano.

Según informó el asesor presidencial ruso para asuntos internacionales, Yuri Ushakov, se abordó la colaboración técnica y militar entre las dos naciones.

Las primeras informaciones al término del encuentro señalan que también se habló de una posible ayuda económica del país eurasiático a la nación andina, inmersa en una crisis económica y social.

“Como saben, la situación económica (en Venezuela) permanece difícil y aunque hay ciertas indicaciones de una mejora, éstas aún son bastante modestas”, señaló en su rueda de prensa el portavoz presidencial de Putin, Dmitry Peskov.

“En este contexto, la asistencia que necesita el Gobierno venezolano será abordada” en la reunión dijo en la previa; y enfatizó que”de hecho es por lo que el presidente de Venezuela ha venido”.

Peskov aclaró que se desconoce de momento el monto exacto de la ayuda financieraque Rusia pueda prestar al país andino.

La situación en el mercado del petróleo y la postura frente a esta de la OPEP, que esta semana podría volver a aprobar recortes en la producción de crudo para elevar su precio, fueron abordados también por los dos mandatarios.