El Doctor No Sé Qué y el Doctor No Sé Cuánto y el Doctor Vaya a Saber, que está de paso y que le pareció bien venir a joder también un poco. Ardiendo en tibio túnel de congoja, mi humillación se completa cuando me sacudo sin razón y me tropiezo con las palabras y no tengo nada que decir sobre mi “enfermedad” que de todos modos sólo consiste en saber que nada tiene sentido porque me voy a morir. Y estoy estancada en esa suave voz psiquiátrica de la razón que me dice que hay una realidad objetiva en la cual mi cuerpo y mi mente son uno solo. Pero no estoy aquí y nunca he estado. El Doctor No Sé Qué anota y el Doctor No Sé Cuánto ensaya un murmullo compasivo. Observándome, juzgándome, oliendo el terrible fracaso que rezuma mi piel, mi desesperación aferrada con uñas y dientes y mi pánico que todo lo devora empapándome mientras boquiabierta me horrorizo ante el mundo y me pregunto por qué todos sonríen y me miran sabiendo en secreto de mi dolorosa vergüenza.
**
¿Crees que es posible que una persona nazca en la época equivocada?
(Silencio.)
Mierda. Mierda. Mierda por rechazarme al no estar nunca, mierda por hacerme sentir una mierda, mierda por desangrarme todo el amor y toda la vida que tenía, mierda mi padre por hacerme mierda la vida para siempre y mierda mi madre que no se fue a la mierda y lo abandonó, pero sobre todo, mierda Dios por hacerme amar a una persona que no existe,
MIERDA MIERDA MIERDA.
**
De acá a diez años todavía va a estar muerta. Cuando yo ya viva con la idea, cuando esté tratando de adaptarme, cuando pasen unos días en los que ni siquiera piense en eso, ella todavía va a estar muerta. Cuando yo sea una viejita que vive en la calle y me olvide de cómo me llamo ella todavía va a estar muerta, todavía va a estar muerta, esta mierda
se
acabó
y tengo que resistir sola
**
No hay una sola droga en la tierra que pueda hacer que la vida tenga sentido.