El ministro del interior chileno, Andrés Chadwick. podría tener los días contados. Y si no podria, debería: el asesinato de Camilo Catrillanca en una comunidad mapuche a manos de las fuerzas especiales de Carabineros se ha convertido en uno de los principales temas políticos del país y está a punto de pasar la cuenta al también primo del presidente Sebastián Piñera.
El ministro, conocido por su lealtad a Augusto Pinochet durante los años más duros de la dictadura, dijo en un primer momento que la muerte de Catrillanca se produjo por un enfrentamiento armado con la policía. Algo que ha quedado desmentido en el proceso y que esta semana, al difundirse los videos del operativo, quedó más que confirmado.
El ministro dijo también que respaldaba a la policía aun cuando ésta aseguró que no existía ningún video de la operación porque el policía que filmaba tenía un video íntimo con su esposa en la tarjeta de memoria que decidió destruir para no comprometer la intimidad de su pareja, por sobre la verdad en el asesinato.
Ahora que se conocen los videos, el ministro se limito a emitir su “condena total y absoluta a los hechos y a las conductas abusivas e ilícitas que hemos conocido por parte de Carabineros”.
“El gobierno ratifica que ha tomado y seguirá tomando todas las medidas que sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos, el conocimiento de la verdad y la sanción de los responsables”, agregó Chadwick.
Entre tanto, medio Chile se pregunta ¿A qué hora piensa renunciar Chadwick?
El primo del presidente es el hombre más fuerte del gobierno. Quizás incluso más que Piñera. En la gestión pasada tuvo que correr -dejando tirado su puesto en el Senado- para intervenir en la gestión política de un gobierno que hacía aguas en pleno auge del movimiento estudiantil.
Sin embargo, hasta ahora el costo político de la muerte no se ha saldado. En un comienzo, el gobierno creyó tener el asunto controlado con la renuncia del intendente de la región. Pero la aparición de los videos como pruebas irrefutables del asesinato sienta un precedente que muchos creen no puede quedar impune en términos políticos.
El ministro ya pasó por una interpelación en el Congreso. Los suyos dicen que salió fortalecido. Los otros que faltó fuerza para demostrar su responsabilidad política. Lo cierto es que la cuenta está servida y alguien la tiene que pagar.
Por ahora, los parlamentarios de oposición han deslizado la posibilidad de acusar constitucionalmente al ministro del Interior Andrés Chadwick.
El diputado del Partido Humanista Tomás Hirsch explicó que “estamos ante un ministro en que caben solo dos posibilidades: o bien no tiene ni un control sobre Carabineros, lo cual ya es gravísimo. O bien miente descaradamente”
Por su parte, el Presidente del Partido Radical, Carlos Maldonado, cuestionó la actuación del Ejecutivo en el caso, considerando la exposición del Ministro del Interior durante la Interpelación de la semana pasada. “Nada dijo en el Congreso el Jefe de Gabinete sobre estos registros, ni sobre el detalle de las graves deficiencias del procedimiento en que se provocó la muerte de Camilo Catrillanca. Esto reabre el debate en torno a una posible acusación constitucional. Es algo que se tendrá que analizar”, finalizó.
¿Se irá Chadwick sin dar la pelea?