Tras casi 20 años de la primer demanda a Johnson & Johnson por posible responsabilidad en el cáncer de pulmón de una mujer en Texas, la empresa se vio obligada a publicar comunicación y reportes internos que revelan que desde hace décadas sabía de que sus productos, especialmente el talco de bebé, contenía trazas de asbesto.

Hace un año, una corte en los Estados Unidos obligó a la compañía J&J a pagar 417 millones de dólares como compensación al daño moral y físico de una persona que padecía cáncer terminal. En 1999, una primera demanda civil inició las investigaciones, pero apenas esta semana, luego de otras 11 mil 700 demandas, la compañía se vio obligada a revelar información que va desde 1971 hasta los primeros años del 2000.

De acuerdo a los documentos, revisados y filtrados por Reuters, la empresa sabía desde 1957, a través de exámenes de laboratorio, que el talco que producían contenía asbesto, un cancerígeno tan agresivo que ha sido prohibido en toda aplicación industrial en los Estados Unidos desde 1990. 

La Organización Mundial de la Salud recomienda eliminar cualquier exposición al asbesto, pues como el plomo, no existe una cantidad “segura” para los seres humanos.

Sin embargo, la compañía ocultó toda la información, todos los resultados y toda la evidencia de la presencia del peligroso químico en el talco de bebé. 

Fotografías microscópicas de asbesto en talco de J&J

Luego de que se hicieran públicos los documentos, las acciones de J&J cayeron un 2% y luego otro 10%, lo que se traduciría en cerca de 40 mil millones de dólares.

La compañía sigue negando el reporte e, incluso, pagó una publicación de página completa en el New York Times en el que acusa a Reuters de sensacionalismo:

“La tiza [el mineral utilizado como base para el talco] es un mineral común que forma parte de nuestra vida diaria- Está en nuestra comida, nuestros cosméticos, nuestros gimnasios; y sí,también en el talco Johnson & Johnson para bebé. La compañía sólo usa tiza pura, de grado farmacológico”.


Con información de El Universal, La Tercera y El Diario