La derecha siempre trata de maquillarse, partiendo por el hecho de que pocas veces se reconoce como tal y suele ponerse el pronombre de “centro” aun cuando sus ideales estén más cercanos al trumpismo que a una Merkel. Sin embargo, ese maquillaje no siempre logra esconder lo que hay por detrás y sus operaciones bikini para simular ser otro se suelen caer a pedazos por su misma inoperancia.

Hoy la derecha española es el hazmerreír del reino después de que se conociera que el acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos en Andalucía ha llevado una novedad en materia de diversidad sexual. Dentro de la defensa de los derechos de personas del colectivo LGTBI, las formaciones han incluido la defensa del “transgénico”.

“Defenderemos los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénico e intersexuales y lucharemos por la igualdad de trato contra la discriminación por razón de orientación sexual, identidad y/o expresión de género”, asegura el punto 85 del acuerdo “Medidas de desarrollo y prosperidad para un nuevo Gobierno en Andalucía” firmado por el PP andaluz y Ciudadanos.

La redacción del acuerdo confunde el término ‘transgénero’ –aquellas personas que se identifican con un género diferente al sexo con el que nacieron – con ‘transgénico’  –”organismos vivos que han sido modificados mediante la adición de genes exógenos para lograr nuevas propiedades”, según la RAE–, término empleado para hablar alimentos que han sido modificados genéticamente.