“Vamos a seguir publicando porque tenemos papel en bodega; no sé cuánto va a durar, pero lo vamos a estirar”, esto declaró Jaime Chamorro, presidente del Grupo Editorial La Prensa, a la agencia noticiosa AFP. Actualmente, los dos principales diarios de Nicaragua, La Prensa y El Nuevo Diario denuncian un acoso sistemático del presidente Ortega que pone en peligro su continuidad.

Ambos diarios denuncian que el gobierno de Nicaragua está boicoteando la impresión de los diarios por medio de un bloqueo a los insumos indispensables para imprimir y distribuir periódicos. Una jugada del manual bolivariano que recuerda las restricciones sobre el papel de Hugo Chávez en Venezuela

Papel, planchas, gomas, reveladores, estos son algunos de los insumos que el gobierno ha retenido en aduana desde hace cinco meses. Este acoso ha obligado a ambos diarios a suspender otras publicaciones, reducir el número de páginas y no publicar en fines de semana, además de despedir personal. Los insumos detenidos al diario La Prensa tendrían un valor de 200 mil dólares, según su presidente, Jaime Chamorro.

Las medidas del Nuevo Diario son semejantes: además de pasar por una reducción de 24 a 16 páginas, el grupo editorial que lo imprime ha tenido que cerrar una publicación paralela. La opción lógica para muchos, sería continuar con la publicación exclusivamente en internet, pero la conectividad de Nicaragua lo impide, pues el acceso en zonas rurales a internet está muy lejos de ser óptimo, según han aclarado mandos de ambos medios de comunicación.

Jaime Chamorro recordó en entrevista que La Prensa ha pasado anteriormente por épocas oscuras. En los tiempos de Somoza, su hermano, quien dirigía el diario por aquel entonces, fue asesinado y el periódico cerró por dos años, además de que sus instalaciones fueron cerradas.

El periódico de 92 años de existencia publicó el viernes pasado una portada en blanco como protesta ante el asedio gubernamental.

“El régimen pone en peligro la circulación de la versión impresa del diario. La intención es clara, que en Nicaragua dejen de circular medios impresos independientes”, se leía en la editorial.

Y la televisión de Nicaragua no está en una mejor situación, pues uno de los principales canales independientes que sobrevivía ha sido cerrado luego de que su jefa de prensa, Lucía Pineda, y su propietario, fueran encarcelados acusados de “incitación al odio” y “terrorismo”. La mayoría de los canales que sobreviven están bajo control gubernamental. En el caso de los dos periódicos insignia de Nicaragua, están en peligro no solo 600 empleos directos, sino la libre información en el país centroamericano.


Con información de La Jornada, El País y Plumas Atómicas