El juego de la guerra entre potencias es relativamente barato para sus impulsores: los muertos generalmente son ajenos. De esto la historia del siglo XX está llena: Corea, Vietnam y más recientemente Siria.
Por eso, la advertencia -o amenaza- de Rusia a Estados Unidos sobre las consecuencias de una potencial intervención militar no debe ser pasada por alto: una decisión así desencadenaría “un escenario catastrófico” en un país en el que el Kremlin tiene fuertes intereses políticos, militares y económicos.
En ese sentido, en una entrevista con la revista rusa Asuntos Internacionales, el viceministro reiteró que Moscú permanecerá junto a Venezuela para proteger su soberanía y el principio de no interferencia en sus asuntos internos. “Hemos apoyado y continuaremos apoyando a nuestro socio estratégico“, aseguró.
Con un fuerte respaldo internacional, el líder del Congreso opositor, Juan Guaidó, se autoproclamó el miércoles presidente encargado de Venezuela ante cientos de miles de simpatizantes demandando la salida de Nicolás Maduro.
En tanto, el Ministerio de Exteriores ruso criticó en un comunicado lo que considera una injerencia en asuntos internos de Venezuela: “Es una vía directa hacia la anarquía y el baño de sangre“. Además, sostuvo que la postura estadounidense está motivada por el deseo de librarse de un “Gobierno indeseado”.
A su vez, el Gobierno de Vladimir Putin se expresó para decir que las acciones de los EEUU en Venezuela “son un intento de usurpar el poder”. En ese sentido, Ryabkov también indicó que el Kremlin considera que los Estados Unidos y otros países seguirán aumentando la presión sobre Caracas.