Reforzando la teoría de la libertad de elegir con la que Sebastián Piñera y la derecha chilena han defendido la mercantilización de derechos como la educación, el gobierno de Los tiempos mejores introdujo un artículo en la reforma laboral que cambia las normas del juego respecto a las indemnizaciones laborales.

Entonces, si usted quiere, la alternativa es que solo reciba medio sueldo por año trabajado, en lugar del mes de sueldo por año, como funciona hasta hoy.

De acuerdo a lo informado por El Mercurio, la alternativa que evalúan Piñera y sus amigos consiste en que el empleado reciba medio sueldo por cada año de servicio, con un tope de 11 años, cambiando el modelo actual que es de un mes por cada año con igual tope de tiempo.

El sistema considera que el pago de indemnización se realice en todo evento, es decir, sea por caso de renuncia o despido, y aún cuando el empleado haya trabajado en un periodo inferior a un año en la empresa.

La medida, que se aplicaría voluntariamente a contratos nuevos, “pretende que el trabajador tenga la opción de indemnización a todo evento, pero por la mitad de eso, medio mes al año”, según explicó el periódico el economista Joseph Ramos, miembro del comité que dio forma a la propuesta.

Obviamente, el mundo empresarial aplaude la propuesta, considerando que incentivará “la movilidad laboral”.

“El sistema nuevo permitiría estructurar relaciones laborales más adaptables a las necesidades de cada una de las partes y donde se resguarden de igual forma que en el sistema tradicional los derechos de los trabajadores”, estima Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio.

Por el contrario, el presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Dante Arrigoni, indicó que la medida generará un aumento en el costo de la mano de obra.

“Este gobierno lo único que ha hecho con sus medidas es que las empresas sean menos competitivas”, señaló el dirigente, agregando que lo ideal es que el Gobierno compense esto con otra medida que aumente la productividad, como la carga tributaria o incentivos a la inversión.

El mundo sindical tiene una opinión distinta. Para Horacio Fuentes, del consejo nacional de la Central Unitaria de Trabajadores, la medida es bastante regresiva porque cualquier intento por eliminar (la indemnización por años de servicio), o de alguna manera minimizarla, lo único que hace es abaratar el despido. “Lo que los trabajadores queremos hoy es más certezas y más seguridad, fundamentalmente seguridad social, pero esto va absolutamente en la dirección contraria”.

Mientras que para el presidente de la Central de Trabajadores de Chile (CTC), Arturo Martínez, el Gobierno no debería innovar en esta materia. “Las indemnizaciones por años de servicio han dado algo de estabilidad, porque a los empleadores les cuesta un poquito despedir gente”, afirma. Para el histórico dirigente sindical, no hay piso para un cambio como el propuesto. “Lo mejor sería que el Gobierno dejara las cosas como están”, advierte.

Desde el mundo político, para el presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara, el PS Gastón Saavedra, con esta iniciativa lo que el Gobierno busca es precarizar, flexibilizar y abaratar los costos del trabajo. “No lo deberíamos aprobar, porque lo único que se busca con esto es abaratar los despidos y generar más precarización”, advierte.