En Brasil se mueren cerca de 60.000 personas al año en accidentes de tránsito. Su tasa de mortalidad por cada 100.000 personas es de 24, muy por encima de la media mundial de 17. Aun así, el presidente Jair Bolsonaro quiere eliminar a los radares de velocidad de sus carreteras nacionales.
El militar habló en un programa de televisión y justificó la medida tras la reducción de accidentes de tránsito con víctimas fatales que se registraron durante los feriados de Semana Santa. “Disminuyó un 11% el número de accidentes en ruta y el número de muertos“, justificó Bolsonaro.
Hace un mes, un juzgado civil de Brasilia determinó que el Gobierno Federal “se abstenga de retirar radares de las rutas” y solicitó estudios que fundamenten el fin de la instalación de nuevos dispositivos, intención manifestada previamente por Bolsonaro, según constató el sitio Uol en Brasil.
Durante la emisión del programa, Bolsonaro afirmó que el ministro de Infraestructura ha rechazado 8 mil pedidos de instalación de radares.
“Una vez que se cumpla el contrato con los radares ya instalados en las rutas nacionales, no los vamos a renovar“, aseguró Bolsonaro y agregó que “cuando decimos eso, la prensa me atacó y dijo que iba a aumentar el número de muertos”.
“Yo quiero que el pueblo brasileño tenga el placer de conducir“, sentenció el presidente de Brasil en el programa de televisión.